NUEVA YORK.- El periodista saudí Jamal Khashoggi, que fue asesinado en el consulado de Arabia Saudí en
la localidad turca de Estambul, se encontraba estudiando la posibilidad
de crear un movimiento juvenil 'online' para hacer frente a Riad, según
ha informado este lunes la cadena de noticias estadounidense CNN.
Tras supervisar unos 400 mensajes de WhatsApp intercambiados
entre Khashoggi y el activista Omar Abdulaziz, la citada cadena ha
indicado que el periodista comparó al principe heredero saudí, Mohamed
bin Salmán, con un "animal comecocos que, cuantas más víctimas come, más
quiere".
Abdulaziz, que reside en Canadá, ha comentado que su colega creía que Bin Salmán suponía "un problema"
y que debía ser frenado. "En los intercambios casi diarios entre
octubre de 2017 y agosto de 2018, Jashogi y Abdulaziz concibieron un
plan para formar un ejército electrónico e involucrar a jóvenes saudíes
(...) y así desacreditar la propaganda estatal en las redes sociales,
aprovechando el perfil oficial de Khashoggi y la fuerza de 340.000
seguidores de Abdulaziz en Twitter", segura la CNN.
Según Abdulaziz, el periodista prometió invertir una suma inicial de 30.000 dólares y
conseguir el apoyo de "donantes ricos". En agosto, Abdulaziz comunicó a
Khashoggi que recibió una información de que los funcionarios del
Gobierno saudí estuvieron al tanto de sus planes.
"Qué Dios nos ayude",
contestó entonces el periodista, que fue asesinado dos meses más tarde.
Abdulaziz habló públicamente sobre su contacto con Jashogi en noviembre
tras saber que su teléfono fue hacekado por un programa espía de
carácter militar.
"El hackeo de
mi teléfono jugó un papel principal en lo sucedido con Jamal (...) La
culpa me está matando", ha lamentado el activista. También recordó un
episodio que ocurrió en mayo pasado cuando dos enviados del Gobierno
saudí le comunicaron, durante un encuentro en la ciudad canadiense de
Montreal, que el príncipe heredero seguía de cerca su actividad en Twitter y quería ofrecerle un trabajo.
Jashogi,
conocido por sus críticas contra el príncipe saudí, fue visto con vida
por última vez el pasado 2 de octubre, cuando entró en el consulado de
su país en Estambul.
El hecho
de que el teléfono de Abdulaziz fuera 'hackeado' implica que altos
cargos saudíes podrían haber tenido acceso a los mismos mensajes que
intercambiaron los dos en ese periodo de tiempo. En ellos se ve a un
Khashoggi cada vez más temeroso de la figura del príncipe saudí y el establishment.
"Le
gusta hacer uso de la fuerza y la opresión. (...) La tiranía no tiene
lógica", aseveró entonces el periodista en uno de los mensajes. Este
tipo de conversaciones pueden ser consideradas como traición en Arabia
Saudí, uno de los países con peor historial en derecho a la libertad de
expresión.
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