PARÍS.- La demanda mundial de carbón se
mantendrá estable hasta 2023 debido al fuerte crecimiento en la India y
el sudeste asiático y pese a que su uso declina en Europa y EEUU, según
un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) divulgado
hoy.
Ese organismo, con sede en París, prevé que la
contribución del carbón a la mezcla energética mundial disminuirá
ligeramente del 27 % en 2017 al 25 % en 2023, aunque la demanda mundial
parece que aumentará en 2018 por segundo año consecutivo.
Políticas de calidad del aire y el clima, las campañas
de desinversión de carbón, los avisos de eliminación, disminución de los
costes de las energías renovables y abundantes suministros de gas
natural están ejerciendo presión sobre el carbón, añade.
La India, según la agencia, registra el mayor aumento de uso de carbón,
si bien la tasa de crecimiento, del 3,9 % al año, se está
desacelerando, debido a una expansión a gran escala de las energías
renovables y el uso de la tecnología en nuevas centrales eléctricas.
La AIE también espera un aumento significativo en el uso de carbón en Indonesia, Vietnam, Filipinas, Malasia y Pakistán.
Con respecto a China, que representa casi la mitad del consumo mundial
de carbón, prevé que la demanda se reduzca casi un 3 % durante los
próximos cinco años.
Mientras tanto, en un número
creciente de países la eliminación de la generación a carbón es un
objetivo clave de la política, sin embargo, las tendencias del mercado
han demostrado ser resistentes al cambio, explica el informe de la AIE.
"La historia del carbón es una historia de dos mundos con las políticas
de acción del clima y de las fuerzas económicas que conducen a cerrar
las centrales eléctricas de carbón en algunos países, mientras que el
carbón sigue desempeñando un papel importante en asegurar el acceso a
una energía asequible en otros", explica en el documento Keisuke
Sadamori, director de los mercados de energía y la seguridad en la AIE.
"Para muchos países, sobre todo en el sur y sudeste de Asia, es
considerado para proporcionar seguridad energética y apuntalar el
desarrollo económico", recuerda.
Por esa razón, la
AIE ve tecnologías como la captura de carbono, utilización y
almacenamiento (CCUS) como herramientas esenciales para colmar las
necesidades energéticas actuales y futuras con ambiciones globales del
clima y nacionales.
"Hacer frente a nuestros
objetivos climáticos a largo plazo, a los impactos sobre la salud
urgentes de la contaminación del aire, y asegurar que más personas en
todo el mundo tienen acceso a la energía requerirá un enfoque que casa
con fuertes políticas con las tecnologías innovadoras", agrega Sadamori.
Se debe confiar, subraya, en todas las opciones disponibles, incluyendo
más renovables, pero también una mayor eficiencia energética, nuclear,
CCUS e hidrógeno, entre otras.
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