BRUSELAS.- Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) estudian ya
sin la primera ministra británica, Theresa May, qué soluciones o
garantías pueden dar a la mandataria para facilitar la ratificación del
acuerdo del Brexit en el Parlamento del Reino Unido. Los líderes de la
UE escucharon primero a la primera ministra británica y ahora, ya sin
ella, analizarán qué aclaraciones o garantías pueden proporcionarle
sobre el plan de salvaguardia para evitar una frontera física en la isla
de Irlanda.
En cualquier caso, los países que seguirán en el club comunitario tras la marcha del Reino Unido tienen claro que el acuerdo de retirada aprobado el 25 de noviembre no se puede renegociar.
May abandonó la cumbre de líderes poco después de las 21.00 horas (20.00 GMT) sin hacer declaraciones.
A su llegada a la reunión de líderes, May reconoció que no espera que los Veintisiete le concedan de forma inmediata las garantías que necesita para que el pacto sobre el Brexit sea ratificado por la Cámara de los Comunes, pero confió en que puedan trabajar sobre ellas “tan pronto como sea posible”.
“No espero un resultado inmediato, pero sí espero que podamos empezar
el trabajo tan pronto como sea posible sobre las garantías necesarias”,
ha explicado May a la prensa en Bruselas, a su llegada a la cumbre de
jefes de Estado y de Gobierno de la UE.
La ‘premier’ ha dicho ser consciente de las “fuertes preocupaciones” que tienen los diputados en Westminster por la solución de emergencia diseñada para evitar la vuelta a una frontera ‘dura’
entre Irlanda e Irlanda del Norte (‘bacsktop’ en la jerga comunitaria) y
ha asegurado que así se lo trasladará al resto de líderes.
En este sentido, May pedirá a los Veintisiete “garantías legales y políticas” sobre la aplicación de este mecanismo, en el sentido de que quedeclaro que no será permanente y que, de activarse, será solo como medida de último recurso y por un breve periodo.
En el Parlamento británico ven en esta solución para la frontera irlandesa el riesgo de que Reino Unido quede “atrapado” en la unión aduanera para siempre y por ello reclaman a May pruebas de que si se activa no será de manera “permanente”.
El bloque comunitario también defiende que no tiene interés en aplicar el ‘backstop’,
pero rechaza de plano reabrir el acuerdo o limitar de alguna manera
este instrumento, que considera imprescindible en caso de que el periodo
de transición tras el Brexit concluya sin que las partes hayan
negociado una solución mejor alternativa.
La ‘premier’ se ha referido también a la moción de censura interna a la que le sometió su partido la víspera
y que logró superar con el apoyo de dos tercios de los votos. Fue un
día “difícil”, ha dicho, pero que le sirvió para sumar un “apoyo
significativo”, aunque también para escuchar “alto y claro” las dudas de
quienes no le respaldan en el Partido Conservador. En este sentido, ha
confirmado que no tiene intención de repetir como candidata a las próximas elecciones, previstas para 2022, porque lo “correcto” es que sea otro el líder del partido, pero ha evitado poner fecha al relevo.
El primer ministro de la República de Irlanda, Leo Varadkar, se mostró dispuesto a proporcionar explicaciones y aclaraciones que ayuden a la ratificación del pacto, pero recalcó que no se puede acordar nada “que cambie el contenido del acuerdo de retirada”.
Sobre la salvaguarda para evitar la frontera física en Irlanda,
declaró que ponerle una fecha de caducidad o una cláusula unilateral de
salida supondría hacerlo “inoperativo” y “reabrir la sustancia del
acuerdo”.
Explicó que el Reino Unido tiene la opción de retirar el
Brexit y también de pedir una prolongación de las negociaciones, pero
subrayó que su opción preferida es la ratificación del acuerdo, lo cual
esperó que suceda “en las próximas dos semanas”.
La canciller alemana, Angela Merkel, consideró que el acuerdo “está muy bien negociado” y no vio que se pueda “volver a cambiar”.
Según
Merkel, “se puede hablar de si debería haber garantías adicionales,
pero en este caso los veintisiete países miembros actuarán muy
conjuntamente, dejando claro, naturalmente, sus intereses”.
El presidente francés, Emmanuel Macron, descartó reabrir el acuerdo
y dejó claro que lo máximo que se puede hacer es tener un “debate
político” para tratar de responder a las clarificaciones que pide
Londres.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, pidió “desmitificar” la salvaguarda para Irlanda
e indicó que en el Reino Unido hay “un pensamiento” de que se activará.
“Puedo asegurar una cosa: nadie en la Unión Europea, en su sano juicio,
quiere activar la salvaguarda”, apuntó.
Su homólogo finlandés, Juha Sipilä, reconoció que será “un poco difícil” lograr alguna garantía “legalmente vinculante”; si bien admitió que la UE quiere “ayudar”.
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