PEKÍN.- China debería reducir la meta de crecimiento del próximo año al entorno del 6,0-6,5 por ciento ante los obstáculos que aumentan los riesgos para la economía, entre ellos la disputa comercial con Estados Unidos, según las recomendaciones de los asesores gubernamentales a los principales líderes que se reunirán para evaluar la agenda económica del 2019.
La Conferencia Central de Trabajo Económico de esta semana, una
reunión a puerta cerrada de los principales líderes del partido y los
responsables políticos, será observada de cerca por los inversores, que
buscan pistas sobre los próximos pasos de los dirigentes chinos para
evitar una desaceleración más aguda en la segunda economía más grande
del mundo.
Es probable que la conferencia económica se reúna el
miércoles, dijeron dos expertos en política gubernamental, un día
después de un evento que conmemora el 40 aniversario de la reforma y
apertura de China, donde se espera un discurso “importante” —según la
agencia de noticias oficial Xinhua— del presidente Xi Jinping.
La
reunión no dará lugar a ningún anuncio público de objetivos económicos,
que generalmente están reservados para la apertura de la sesión
parlamentaria a principios de marzo.
La guerra comercial de China
con Estados Unidos está alentando a algunos empresarios chinos,
asesores del Gobierno e institutos de análisis económico a pedir
reformas más rápidas y la liberación de un sector privado sofocado por
los controles estatales.
Los
asesores gubernamentales y los institutos de análisis, que son
influyentes en el proceso de toma de decisiones pero no están facultados
para ejecutar políticas, han recomendado un objetivo de crecimiento de
entre el 6,0 y el 6,5 por ciento para 2019, frente al 6,5 por ciento de
2018.
“La meta de crecimiento del próximo año podría ser de entre
el 6,0 y el 6,5 por ciento, ya que es probable que la economía se
desacelere a partir de este año”, dijo un experto que asesora al
Gobierno, bajo condición de anonimato.
La Academia China de
Ciencias Sociales, un importante “think tank” de expertos estatales,
pronostica que el crecimiento se desacelerará al 6,3 por ciento en 2019,
lo que supondría el ritmo más débil desde 1990, tras el 6,6 por ciento
que se espera en 2018.
Algunos asesores sugirieron que el
Gobierno debería ser más tolerante con unas tasas de crecimiento más
débil y concentrarse en impulsar las reformas, evitando unos fuertes
estímulos económicos que empeoren los problemas de deuda del país.
Con
todo, una tasa de crecimiento del 6,0 por ciento sería el mínimo, en un
contexto de inquietud sobre el empleo debido a las presiones económicas
a nivel nacional e internacional.
“Se
espera que la economía se desacelere el próximo año, pero la situación
no será muy grave si podemos manejarla bien, porque el espacio para la
expansión de la demanda interna es relativamente grande”, dijo un
asesor.
La Oficina de Información del Consejo de Estado no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.