WASHINGTON.- El Congreso de Estados Unidos tiene programado volver a reunirse el
miércoles sin indicios de que haya todavía un plan viable para poner fin
a un cierre parcial de 12 días de una cuarta parte del gobierno de los
EE.UU. mientras el presidente Donald Trump no cede a su demanda de
conseguir 5.000 millones de dólares para construir el muro fronterizo
con México.
Tanto el Senado como la Cámara de Representantes, que regresarán de
un breve receso del día de Año Nuevo, se reunirán brevemente, para
marcar el último día del Congreso 2017-2018, controlado por los
republicanos, un año marcado por una profunda división partidista.
Por
separado, Trump invitó a los principales líderes demócratas y
republicanos en el Congreso a la Casa Blanca el miércoles por a lo que
fuentes del Congreso describieron como una sesión informativa sobre
“seguridad fronteriza”.
El jueves, cuando los demócratas pasen a
hacerse cargo del Congreso para el curso 2019-2020, planean aprobar un
paquete de gastos de dos partes destinado a poner fin al cierre parcial.
Pero sus perspectivas son complejas en un Senado liderado por los
republicanos, que previamente habían aprobado medidas en otras
instancias, pero desde hace tiempo han estado alineados con las demandas
de Trump de financiar un muro en la frontera de Estados Unidos y
México.
El
republicano Trump desencadenó el cierre, que comenzó el 22 de
diciembre, al insistir en que los 5.000 millones de dólares para
financiar el muro fronterizo han de estar incluidos en cualquier medida
de gasto.
Trump considera que el muro es crucial para frenar la
inmigración ilegal, haciéndose eco de su retórica de la campaña
presidencial de 2016.
El paquete de dos partes de los demócratas
incluye un proyecto de ley para financiar el Departamento de Seguridad
Nacional en los niveles actuales hasta el 8 de febrero y proporcionar
1.300 millones de dólares para cercas fronterizas y 300 millones para
otros artículos de seguridad fronteriza, incluida la tecnología y las
cámaras.
La segunda parte del paquete financiaría a las agencias
federales que ahora no cuentan con fondos, como los departamentos de
Justicia, Comercio y Transporte, hasta el 30 de septiembre.
Pero
estas propuestas no incluyen los 5.000 millones de dólares que Trump
reclama y los republicanos en el Senado ya han dicho que no aprobarán
una medida de gasto que no sea apoyada por Trump.
“Es simple: el
Senado no va a enviar algo al presidente que él no firme”, dijo Don
Stewart, portavoz del líder de los republicanos en el Senado Mitch
McConnell.
El paquete demócrata podría poner a Trump y sus
aliados republicanos en una posición difícil. Si rechazan los proyectos
de ley de financiación para los departamentos no relacionados con la
seguridad fronteriza, se podría considerar que mantienen a esas agencias
y a sus aproximadamente 800.000 trabajadores como rehenes del deseo de
Trump de construir un muro que, según los demócratas, sería ineficaz y
poco práctico.
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