CARACAS.- El autoproclamado
presidente interino de Venezuela, el opositor Juan Guaidó, difundió este
domingo una ley de amnistía para los militares, al mismo tiempo que el
mandatario Nicolás Maduro les pedía "lealtad".
Alentado por el
creciente apoyo de Estados Unidos y Europa, y la deserción del agregado
militar en Washington, Guaidó envió a sus seguidores a distribuir por
todo el país copias de la ley aprobada por el Parlamento de mayoría
opositora, que preside desde el 5 de enero.
"Hoy fuimos a tenderle la mano (...) Soldado de Venezuela:
esperamos por ti y el compromiso que tienes con nuestra Constitución",
declaró el líder opositor, de 35 años.
En tanto, al encabezar
ejercicios militares en norte del país, Maduro pidió a la Fuerza Armada
"unión" y "disciplina" para enfrentar el "golpe de Estado" con el que
Washington -dijo- busca "imponer un gobierno títere": "¡Traidores nunca,
leales siempre!", arengó.
Con banderas venezolanas, grupos de
opositores entregaron en las puertas de Fuerte Tiuna -mayor complejo
militar- y otros cuarteles la ley que da "todas las garantías
constitucionales" a militares y civiles que "colaboren en la restitución
de la democracia".
Algunos soldados la quemaron, otros la
rompieron.
"La Fuerza Armada está con nuestro comandante en jefe,
Nicolás Maduro", les dijo un militar afuera de la comandancia de la
armada en San Bernardino, norte de Caracas.
Aunque
sus decisiones son anuladas por la justicia por considerarlo en
desacato, el Congreso aprobó la ley que elimina "la responsabilidad
civil, penal, administrativa (...) de investigaciones, procedimientos,
penas y sanciones" registradas desde el 1 de enero de 1999, abarcando
las dos décadas de gobierno chavista.
Guaidó busca quebrar el
sostén de Maduro, la Fuerza Armada, que, aunque dice estar unida,
muestra fisuras: el sábado, el agregado de Defensa en Washington,
coronel José Luis Silva, desconoció a Maduro e instó a los militares a
respaldar al autoprocamado presidente interino.
"La amnistía tan
amplia como la plantea el proyecto de ley puede hasta sonar poco
realista para quienes se está tratando de convencer", advirtió el
analista Mariano de Alba.
Guaidó convocará la noche del domingo
nuevas marchas en su ofensiva por lograr "el cese de usurpación, un
gobierno de transición y elecciones libres", tras una semana de
protestas y disturbios que dejó 29 muertos y unos 350 detenidos.
"Soldado
de Venezuela, te doy una orden: no reprimas manifestaciones pacíficas
(...) No dispares al pueblo", exhortó el líder opositor, de 35 años.
De
visita en Panamá, el papa Francisco pidió una "solución justa y
pacífica" a la "grave situación" en Venezuela, y el respeto de los
derechos humanos.
Mientras,
aumenta la presión internacional contra Maduro, quien exigió a España,
Francia, Alemania y Reino Unido retirar el plazo de ocho días que le
dieron el sábado para acepte unos comicios libres, so pena de reconocer a
Guaidó.
"Nadie puede darnos un ultimátum", dijo el mandatario socialista a la cadena de televisión turca CNN Turk.
Guaidó agradeció el
respaldo "contundente" de Europa, pero advirtió que no se prestará "a
falsos diálogos" ni a "elecciones sin condiciones reales".
Además
aplaudió como una "gran victoria" la reunión del Consejo de Seguridad de
la ONU el sábado, en la que el secretario de Estado estadounidense,
Mike Pompeo, llamó al mundo a unirse "a las fuerzas de la libertad" en
apoyo de Guaidó.
Este domingo, el consejero de Seguridad Nacional
estadounidense, John Bolton, advirtió que habrá una "respuesta
significativa" a cualquier amenaza contra Guaidó, el Parlamento o contra
diplomáticos estadounidenses en Venezuela.
Además de Estados
Unidos, Canadá y una docena de países americanos reconocieron al líder
opositor, e Israel se les sumó este domingo. Rusia y China se mantienen
leales a Maduro, al igual que Bolivia, Cuba, Nicaragua y Turquía.
Guaidó
se autojuramentó el miércoles luego de que el Congreso declarara a
Maduro "usurpador" por iniciar el 10 de enero un segundo mandato
considerado ilegítimo por parte de la comunidad internacional, que
estima que su reelección fue fraudulenta.
Apenas Washington
reconoció a Guaidó, Maduro rompió relaciones diplomáticas con Estados
Unidos y ordenó el cierre de la embajada y los consulados venezolanos en
ese país.
Pero Guaidó pidió a los diplomáticos estadounidenses
quedarse en el país, ante lo que Estados Unidos reiteró este domingo no
tener planes de cerrar su embajada en Caracas. "Continuaremos evaluando
la situación en el terreno y determinaremos las acciones apropiadas",
agregó.
El
sábado, cuando expiraba el plazo de 72 horas que dio a los diplomáticos
estadounidenses para salir del país, Maduro anunció una negociación
para establecer en 30 días oficinas de intereses bilaterales, como la
que tenían Cuba y Estados Unidos.
El agravamiento de la crisis
ocurre en medio de la peor debacle económica en la historia moderna del
país con las mayores reservas petroleras del mundo.
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