PEKÍN.- China finalizó 2018 con una tasa de
inflación del 2,1 %, lo que, pese a un avance de 0,5 puntos porcentuales
con respecto al año anterior, supone que no alcanzó el objetivo fijado
por el Gobierno del 3 %, según muestran los datos anunciados hoy por la
Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
Por su parte,
el dato anual del índice de precios a la producción (IPP), que mide la
inflación mayorista, bajó desde el 6,3 % de 2017 -año en el que acabó
con cinco ejercicios consecutivos de deflación- hasta el 3,5 %.
El desglose del índice de precios al consumidor (IPC),
principal indicador de la inflación en China, muestra subidas de precios
en 2018 en productos como el combustible para vehículos y la carne de
cordero, ambos con un 12,6 %, seguidos de cerca por los huevos (12 %).
Mientras tanto, los precios de uno de los productos más requeridos en
China, la carne de cerdo -el país asiático es el principal productor y
consumidor del mundo-, cayeron un 8,1 % con respecto a los de 2017,
afectados por la epidemia de peste porcina africana, que se ha extendido
a buena parte de las provincias chinas y ha causado la muerte de
cientos de miles de animales.
Aunque la categoría de
transporte y comunicación se apreció un 1,7 %, algunos de sus
componentes protagonizaron tres de las principales bajadas de precios:
transporte (1,5 %), herramientas de comunicación (1,9 %) y servicios de
comunicación (1,2 %).
En la inflación mayorista
destacan los avances en los precios de la industria de extracción de
petróleo y gas (24,3 %), industrias de procesamiento de petróleo, carbón
y otros combustibles (16 %) y materiales de construcción (10,5 %).
Mientras tanto, en la parte de la deflación se encuentran sectores como
la manufactura de ordenadores, comunicaciones y otros equipos
electrónicos, con una caída del 1,4 %, mayor que la de producción y
suministro de electricidad y calefacción (1 %) y productos agrícolas y
suplementarios (0,4 %).
Según Julian Evans-Pritchard,
analista de la consultora Capital Economics, la cifra anual, "muy por
debajo" del objetivo del 3 %, no debe suponer "un obstáculo para una
mayor relajación (de la política) monetaria".
Asimismo, el experto apunta a que "la desaceleración de la inflación es
la última señal de que la demanda doméstica se está enfriando".
Acerca de la inflación mayorista, Evans-Pritchard considera que la
marcada desaceleración del IPP "reforzará la postura del banco central
de hacer más para aliviar la presión financiera sobre las empresas
industriales mediante recortes en los tipos de interés referenciales
para préstamos".
De hecho, el economista asegura que este registro hace que el IPP "esté a punto de volver al territorio de la deflación".
Aparte de los acumulados anuales, la ONE hizo públicos los datos de
diciembre, que muestran que el IPC aumentó un 1,9 % interanual, tres
décimas menos que en noviembre (2,2 %), dato que supone la menor subida
desde febrero de 2018 (1,5 %).
En el desglose por
categorías, la alimentaria vuelve a situarse como una de las principales
impulsoras de la inflación, con una subida del 2,5 % interanual en
diciembre.
En ese sector destaca el ascenso de los precios de la carne de cordero (12,2 %), la fruta (9,4 %) y la ternera (6,6 %).
Por su parte, la carne de cerdo continuó sumiéndose en la deflación, ya
que sus precios bajaron un 1,5 % interanual en diciembre.
Los productos no alimentarios experimentaron en el mismo periodo una
apreciación del 1,7 %, menor que la del 2,1 % de noviembre, ya que los
precios de transporte y comunicación descendieron un 0,7 %.
Los mayores avances de precios de esta categoría fueron la medicina
tradicional china (6,4 %), los servicios familiares (6,1 %) y la
medicina occidental (5,2 %).
Los servicios
sanitarios, pues, fueron los que más subieron (2,5 %), seguidos de los
de educación (2,3 %) y los de vivienda (2,2 %).
Por
otra parte, el IPP se desplomó en diciembre hasta su lectura más baja
del año (0,9 %) en lo que también supuso el sexto mes consecutivo de
caídas de este indicador y su menor avance desde septiembre de 2016.
De los 40 sectores industriales analizados, 12 experimentaron subidas
de precios, 5 se mantuvieron en el mismo nivel y 23 bajaron.
La mayor caída la registraron los precios de la fundición y laminado de
metales ferrosos, del 2,7 %, mientras que el principal avance fue el de
los materiales de construcción (7,9 %).
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