jueves, 10 de enero de 2019

El Gobierno escocés advierte de que restringir la inmigración dañará la economía

EDIMBURGO.- El Gobierno escocés alertó hoy de que el sistema para restringir la inmigración, que el Ejecutivo británico pretende implementar tras el "brexit", será "económicamente desastroso" para la región, que cuenta con un elevado porcentaje de población envejecida.

La ministra escocesa de Exteriores, Fiona Hyslop, presentará hoy en el Parlamento autonómico el impacto que las medidas previstas por Londres pueden provocar en la economía regional.
A finales de diciembre, el ministro británico de Interior, Sajid Javid, dio a conocer un libro blanco sobre este nuevo sistema que regulará la llegada de extranjeros una vez el país abandone la Unión Europea (UE), previsiblemente el próximo 29 de marzo.
El esquema dará prioridad a los trabajadores cualificados, y si bien el Gobierno no pondrá énfasis en el país de procedencia de los inmigrantes, sí lo hará en que sus cualificaciones sean las que necesita el país.
El nuevo sistema no tendrá como objetivo reducir la inmigración a menos de 100.000 personas al año, como pasaba hasta ahora, pero los candidatos deberán cumplir un requisito de salario mínimo de 30.000 libras (unos 33.000 euros) para poder optar a una visa de trabajo válida durante cinco años.
Según partes de la intervención de Hyslop que ya han sido publicadas, la ministra dirá ante la Cámara que, de acuerdo con los datos del Gobierno británico, hasta el 85 % de los trabajadores que habrían considerado trasladarse a Escocia, provenientes de países comunitarios, ya no serían elegibles bajo las nuevas reglas.
"Las propuestas del libro blanco del Gobierno británico serán económicamente desastrosas para todo el Reino Unido, pero especialmente para Escocia", indicará, y detallará que el PIB de la región podría reducirse en 10.000 millones de libras (unos 11.000 millones de euros) para 2040.
Para la ministra escocesa, la libre circulación de personas dentro de la Unión Europea ha sido "altamente beneficiosa para Escocia" al permitir que "personas de toda Europa se establezcan aquí con sus familias y desempeñen roles completos y vitales en nuestra economía y como parte de nuestras comunidades".
La migración neta anual al Reino Unido es actualmente de 230.000 personas, ya que el objetivo de reducirla a menos de 100.000, fijado por el ex primer ministro David Cameron, nunca se ha alcanzado.
El Gobierno escocés reclama que la inmigración sea una competencia derivada que pueda gestionar directamente debido a la alta dependencia que la economía regional tiene respecto a la llegada de mano de obra extranjera.
Los analistas han destacado que la inmigración fue uno de los motivos por los que los británicos votaron a favor del "brexit" en el referéndum celebrado en junio de 2016.

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