domingo, 27 de enero de 2019

Los votantes de una vieja ciudad inglesa advierten a Londres: 'No traicionéis nuestro Brexit'

CHESTERFIELD.- Mientras Reino Unido se enfrenta al dilema sobre la salida de la Unión Europea, algunos votantes de una vieja ciudad inglesa quieren lanzar un mensaje a los políticos en Londres: no traicionéis el Brexit. 

La laberíntica crisis del Reino Unido sobre la pertenencia a la UE se acerca a su final con una extraordinaria gama de opciones que incluyen un Brexit sin acuerdo, un acuerdo de última hora, unas elecciones anticipadas, un retraso en el proceso y un nuevo referéndum.
En Chesterfield, una ciudad del norte que respaldó mayoritariamente el Brexit y con una economía que podría sufrir si Reino Unido abandona la UE, algunos votantes tienen claro que prefieren salir sin acuerdo y darían la espalda a la política si el Brexit se frustra.
“Tiene que ser sin acuerdo, y no nos vamos a morir todos y a desintegrarnos. ¡Somos Gran Bretaña, recordadlo!”, dice Valerie Quigley, de 70 años, partidaria del Brexit que tradicionalmente vota por el Partido Conservador de la primera ministra Theresa May.
Quigley, propietaria de una tienda de ropa de mujer durante 26 años, dice que May ha hecho un buen trabajo en circunstancias difíciles.
“Si hay alguien que piensa que pueden hacerlo mejor que Theresa May, entonces que lo hagan”, dijo Quigley.
“Creo que en Bruselas y en la UE están muertos de miedo porque nos vamos”.
Si bien se trata de una muestra no científica, las respuestas en Chesterfield muestran la polarización existente entre los votantes que apoyaron la separación y una elite de Londres que considera que el Brexit será perjudicial.
May, que era partidaria de seguir en la UE y se hizo con la jefatura del Gobierno tras la agitación provocada por el referéndum sobre el Brexit en 2016, ha advertido de que frustrar el voto amenazará la cohesión social al socavar la fe en la democracia británica.
Esta semana un grupo de diputados puso en marcha una iniciativa para que el Parlamento arrebate al Gobierno el control del proceso y así evitar un Brexit sin acuerdo, al considerar que esta opción sería desastrosa en términos económicos.
En 2016, un 51,9 por ciento de los votantes apoyó la salida de la UE, mientras que el 48,1 por ciento estuvo a favor de seguir en el bloque.
Los sondeos muestran que el Reino Unido sigue profundamente dividido, aunque la opción de seguir en la UE cuenta con una ligera mayoría.
Los analistas indican que no hay muchos votantes que hayan cambiado de opinión y que si bien algunas encuestas parecen mostrar un apoyo creciente a otro referéndum, los resultados varían según el texto de la pregunta.
En Chesterfield, una ciudad comercial 240 kilómetros al norte de Londres que se remonta a la época de los romanos y es famosa por una iglesia de aguja retorcida, los votantes se muestran en su mayoría a favor de una ruptura total con el club al que se unió el Reino Unido en 1973.
“Votamos entre quedarnos en la Unión Europea o dejar la Unión Europea. No había una casilla que indicara nada de un acuerdo. Yo voté a favor de salir”, dijo David Mawson, de 51 años, quien dirige un negocio de movilidad.
La falta de acuerdo significa que no habrá una transición, por lo que la salida sería abrupta: el escenario de pesadilla para empresas internacionales y el sueño de los partidarios de un Brexit a las bravas.
El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, dijo que dejar la UE sin transición podría ser similar a la crisis del petróleo de la década de 1970, aunque algunos partidarios del Brexit dicen que estos pronósticos tienen como objetivo generar miedo.
Toby Perkins, miembro del Parlamento por Chesterfield del opositor Partido Laborista, advirtió el año pasado en una fábrica cercana de Toyota que un Brexit sin acuerdo tendría un impacto devastador en la industria automovilística.
Cerca de 80 personas de Chesterfield trabajan en la planta, según Perkins. Toyota ha dicho que un Brexit sin acuerdo podría detener temporalmente la producción en la planta.
Perkins, cuyo distrito electoral ha estado bajo control del Partido Laborista durante gran parte del siglo XX, votó a favor de permanecer en la UE en el referéndum de 2016, pero rechazó el el acuerdo de May el 15 de enero en el Parlamento.
Deborah Chattaway, una costurera de 52 años, votó a los laboristas en las elecciones de 2017, pero dijo que no volvería a votarles. Chattaway votó a favor de permanecer en la UE, pero teme un Brexit sin acuerdo, por lo que cree que el Partido Laborista y otros partidos deberían apoyar a May.
“Creo que todos los partidos, el Partido Laborista y el resto, tienen que respaldar a Theresa May y conseguir un buen acuerdo para el país y lograr que se apruebe, lo mejor para todos”, dijo.
Pero el miedo a una “traición” está muy presente.
“Si echan marcha atrás con esta votación, ¿cómo vamos a votar sobre nada más?”, dice Mawson, quien votó a favor del Partido Conservador en las últimas elecciones.
Jesse Lilley, de 66 años, que trabajaba en una fábrica, solía votar al Partido Laborista, pero opina que ya no representa a las clases trabajadoras.
Quiere una salida sin pacto con la UE y le preocupa que los políticos detengan el Brexit.
“Van a abrir la caja de Pandora y no saben qué va a salir”, dijo Lilley.
“¿Traicionarlos y decir después que va a haber otras elecciones u otra consulta? La gente ni se molestará (en votar). Dará problemas durante los próximos veinte años”.

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