miércoles, 23 de enero de 2019

Bruselas dice que la UE hará todo lo posible para evitar una frontera física en Irlanda tras el Brexit

BRUSELAS.- El ejecutivo de la Unión Europea dijo el miércoles que el bloque haría todo lo que esté en su mano para evitar controles fronterizos entre Irlanda, estado miembro de la UE, y el territorio británico de Irlanda del Norte, independientemente de cómo se produzca el Brexit, dijo un portavoz. 

El problema de la frontera irlandesa sigue siendo el mayor obstáculo para que se ratifique en el Parlamento británico un acuerdo de divorcio entre Reino Unido y la UE mientras continúa la cuenta atrás para el Brexit, cuya fecha oficial está prevista para el 29 de marzo.
“La UE está decidida a hacer todo lo que pueda, con o sin acuerdo, para evitar una frontera física en Irlanda”, dijo el portavoz de la Comisión, Margaritis Schinas, en una conferencia de prensa.
El martes, Schinas dijo que un Brexit sin acuerdo supondría el levantamiento automático de una frontera en la isla de Irlanda, por lo que Dublín debería prepararse para un escenario que todas las partes dicen querer evitar.
Un portavoz del Gobierno irlandés reaccionó el martes señalando que Dublín no aceptaría una frontera “dura”, que para muchos podría poner en peligro la paz en la isla, y que no estaba planeando la imposición de dichas barreras.
El miércoles, Schinas reafirmó la solidaridad de la UE con Dublín, pero también señaló que la frontera entre Irlanda del Norte e Irlanda del Norte se convertiría en una frontera exterior de la UE después del Brexit.
Eso implica la necesidad de vigilar adecuadamente la frontera si no hay otros acuerdos con Reino Unido en el caso de un Brexit desordenado.
“Irlanda y la UE tienen responsabilidades con respecto a la protección del mercado único y la unión aduanera”, dijo Schinas.
En declaraciones realizadas en la ciudad polaca de Cracovia el miércoles, el vicepresidente primero de la Comisión, Frans Timmermans, reiteró que la UE no podía renegociar el llamado acuerdo de “salvaguarda” en el acuerdo de retirada negociado por Bruselas y Londres.
La “salvaguarda”, denominada “backstop” en inglés, es una red de seguridad diseñada para garantizar que no haya una aduana ni otros controles fronterizos extensos entre Irlanda e Irlanda del Norte después del Brexit.
El Parlamento británico rechazó la semana pasada de manera rotunda el acuerdo de retirada pactado con Bruselas, principalmente debido a las preocupaciones sobre la salvaguarda, por temor a que el Reino Unido tenga que cumplir las normas aduaneras de la UE después del Brexit.
May ahora está tratando ahora de obtener más concesiones de la UE en esta cuestión para superar la oposición en el Parlamento británico.

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