BRUSELAS.- El ejecutivo de la Unión Europea dijo el miércoles que el bloque haría
todo lo que esté en su mano para evitar controles fronterizos entre
Irlanda, estado miembro de la UE, y el territorio británico de Irlanda
del Norte, independientemente de cómo se produzca el Brexit, dijo un
portavoz.
El problema de la frontera irlandesa sigue siendo el mayor obstáculo
para que se ratifique en el Parlamento británico un acuerdo de divorcio
entre Reino Unido y la UE mientras continúa la cuenta atrás para el
Brexit, cuya fecha oficial está prevista para el 29 de marzo.
“La
UE está decidida a hacer todo lo que pueda, con o sin acuerdo, para
evitar una frontera física en Irlanda”, dijo el portavoz de la Comisión,
Margaritis Schinas, en una conferencia de prensa.
El martes,
Schinas dijo que un Brexit sin acuerdo supondría el levantamiento
automático de una frontera en la isla de Irlanda, por lo que Dublín
debería prepararse para un escenario que todas las partes dicen querer
evitar.
Un portavoz del Gobierno irlandés reaccionó el martes
señalando que Dublín no aceptaría una frontera “dura”, que para muchos
podría poner en peligro la paz en la isla, y que no estaba planeando la
imposición de dichas barreras.
El
miércoles, Schinas reafirmó la solidaridad de la UE con Dublín, pero
también señaló que la frontera entre Irlanda del Norte e Irlanda del
Norte se convertiría en una frontera exterior de la UE después del
Brexit.
Eso implica la necesidad de vigilar adecuadamente la
frontera si no hay otros acuerdos con Reino Unido en el caso de un
Brexit desordenado.
“Irlanda y la UE tienen responsabilidades con respecto a la protección del mercado único y la unión aduanera”, dijo Schinas.
En
declaraciones realizadas en la ciudad polaca de Cracovia el miércoles,
el vicepresidente primero de la Comisión, Frans Timmermans, reiteró que
la UE no podía renegociar el llamado acuerdo de “salvaguarda” en el
acuerdo de retirada negociado por Bruselas y Londres.
La
“salvaguarda”, denominada “backstop” en inglés, es una red de seguridad
diseñada para garantizar que no haya una aduana ni otros controles
fronterizos extensos entre Irlanda e Irlanda del Norte después del
Brexit.
El
Parlamento británico rechazó la semana pasada de manera rotunda el
acuerdo de retirada pactado con Bruselas, principalmente debido a las
preocupaciones sobre la salvaguarda, por temor a que el Reino Unido
tenga que cumplir las normas aduaneras de la UE después del Brexit.
May
ahora está tratando ahora de obtener más concesiones de la UE en esta
cuestión para superar la oposición en el Parlamento británico.
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