WASHINGTON.- La Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) denunció hoy el debilitamiento del Estado de
Derecho ante las "graves violaciones" de derechos humanos en Nicaragua,
antes de que el Consejo Permanente de la Organización de Estados
Americanos (OEA) celebre mañana una sesión al respecto.
"La CIDH urge a Nicaragua a restituir las condiciones para garantizar
las libertades fundamentales y los derechos humanos de las personas para
la vigencia del Estado de Derecho en ese país", indicó la comisión en
un comunicado.
La institución hizo estas afirmaciones un día antes de
que el Consejo Permanente de la OEA celebre una sesión extraordinaria
este viernes para dar seguimiento a la crisis de Nicaragua.
En su nota, la CIDH advirtió que la "grave crisis" de derechos humanos
en el país se ha extendido por más de ocho meses "debido a la
instalación de facto de un estado de excepción caracterizado por el
ejercicio abusivo de la fuerza pública para reprimir a las voces
disidentes al Gobierno".
La comisión criticó además
la clausura y censura de medios de comunicación, la prisión o exilio de
periodistas y líderes sociales, así como a la injerencia y el control
del Poder Ejecutivo en los demás poderes públicos.
Estos factores, según la CIDH, "perpetúan la impunidad de las
violaciones a derechos humanos ocurridas en el contexto de la represión
estatal a las protestas".
"Las protestas iniciadas
desde abril de 2018 fueron reprimidas mediante el uso de la fuerza letal
por grupos policiales bajo el mando de la presidencia. (...) Se ha
generado un estado policial en el país que busca acallar la disidencia y
cerrar los espacios democráticos", señaló en la nota.
En diciembre pasado, la CIDH advirtió de una "intensificación de la
cuarta etapa de represión", y acusó al Gobierno del presidente
nicaragüense, Daniel Ortega, de cometer crímenes "de lesa humanidad",
ante el Consejo Permanente de la OEA.
El secretario
de la OEA, Luis Almagro, inició a finales de diciembre el proceso para
aplicar la Carta Democrática Interamericana a Nicaragua, que podría
abrir la puerta a la suspensión de este país del organismo si fracasan
antes las gestiones diplomáticas.
Según organismos
humanitarios, entre 325 y 545 personas han muerto en el marco de la
crisis que afecta Nicaragua, de los que el Gobierno reconoce 199.
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario
Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas de
la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del
mandatario, tras 11 años de Gobierno, debido al saldo mortal de las
manifestaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario