DAVOS.- El nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, expuso
hoy en el Foro de Davos y por primera vez a nivel internacional las
reformas económicas liberales que planea emprender su Gobierno, entre
las que figuran la reducción del Estado y la rebaja de las cargas
fiscales para los empresarios.
"Facilitaremos la
vida de quienes quieran producir, invertir y generar empleo", declaró y
aseguró que en esto se aplicará "sin ningún tipo de sesgo ideológico".
En un adelanto de la política económica liberal por que
la ha optado, Bolsonaro aseguró que en su Gobierno se respetarán los
contratos, se privatizarán empresas estatales, se equilibrarán las
cuentas públicas y habrá una mayor apertura al comercio internacional.
Anunció que Brasil se convertirá en un defensor activo del rol de la
Organización Mundial del Comercio -cuyo director general, Roberto
Azevedo, es brasileño- para que se reduzcan las prácticas comerciales
desleales entre los países.
"Estoy convencido de que
al final de mi mandato estaremos situados entre los cincuenta mejores
países para hacer negocios", manifestó.
En otro
pasaje de su intervención ante la élite mundial de los negocios, el
mandatario se mostró convencido de que "la izquierda no prevalecerá" en
América Latina y vaticinó que la ciudadanía de los distintos países de
la región optará por alternativas de centroderecha en futuros procesos
electorales.
En su intervención como invitado
especial en la inauguración del Foro de Davos, Bolsonaro sostuvo que ha
estado en contacto con los presidentes de Argentina, Chile y Paraguay,
con quienes comparte la visión de una Suramérica "fuerte".
Ello, manteniendo siempre la hegemonía de cada Estado "y no una
América bolivariana como existía antes en Brasil con otros gobiernos",
aclaró.
Klaus Schwab, el presidente y fundador del
Foro Económico Mundial, que organiza cada año la reunión de líderes de
la política, los negocios y de la sociedad civil de todo el mundo en
Davos (Suiza), anunció que el próximo año la cumbre de esta organización
en América Latina tendrá lugar en Brasil.
Por otro
lado, Bolsonaro enfatizó que su Gobierno defenderá los valores en los
que cree, empezando por "la familia", así como "el derecho a la vida y a
la propiedad privada".
El nuevo presidente
brasileño anunció asimismo: "Se invertirá mucho en seguridad, para que
vengan a visitarnos con sus familias, porque somos uno de los países con
mayores bellezas naturales, pero no estamos ni entre los cuarenta
destinos turísticos más visitados del mundo".
En
relación al discurso de Bolsonaro, el secretario general de Amnistía
Internacional, Kumi Naidoo, declaró que considera irónica su
promesa de que hará de Brasil un país más seguro "cuando una de las
primeras medidas que tomó como presidente fue aflojar el control sobre
la posesión de armas".
Ello a pesar de que Brasil es uno de los países con la mayor tasa de violencia con uso de armas de fuego en el mundo, recordó.
"Si Bolsonaro quiere que el mundo lo tome en serio con respecto a
hacer de Brasil un lugar seguro y hospitalario, debe empezar haciendo
que los asesinos de Marielle Franco sean juzgados", dijo Naidoo.
Franco era una política defensora de los derechos humanos, negra y
lesbiana, que fue asesinada el pasado marzo cuando salía de un evento
político cultural en Río de Janeiro.
El responsable
de Amnistía Internacional también pidió que el mundo se mantenga atento a
la manera en que el nuevo presidente de Brasil "trata a los más
marginados y vulnerables" en su país.
El representante de la Coordinadora de las
Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica), José Gregorio
Mirabal, pidió a los asistentes al Foro de Davos que "no se dejen
distraer por los esfuerzos de Bolsonaro de calmar a los inversionistas".
Sostuvo que "los ataques del mandatario a los pueblos y a los bosques
de su país amenazan el Amazonas y pueden acelerar el cambio climático".
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