BRASILIA.- El presidente brasileño, Jair
Bolsonaro, reunió por segunda vez a sus 22 ministros tras su primera
semana en el poder, para pedirles celeridad en la definición de
políticas, ya que "el país no puede esperar más".
Bolsonaro, capitán de la reserva del Ejército y líder de una
ultraderecha que estaba adormecida hasta las elecciones de octubre
pasado, había convocado a su primer consejo de ministros la semana
pasada y hoy repitió el encuentro, pero a diferencia del anterior, este
acabó sin que se informe en detalle sobre lo tratado.
Esta vez la reunión fue, según escribió Bolsonaro en sus
redes sociales, "para oír a cada uno de los ministros" sobre sus
"planes y propuestas" para reducir el tamaño del Estado, que es una de
sus grandes metas del Gobierno, y "medidas de rápida implementación".
Según el mandatario, que desde la campaña electoral mantiene sus redes
sociales como su principal medio de comunicación, "el país no puede
esperar más" y el Gobierno debe actuar con celeridad.
El ministro de Seguridad Institucional, general Augusto Heleno Ribeiro,
dijo a los periodistas que en la reunión fueron abordados los más
diversos asuntos y que cada uno de los 22 miembros del gabinete presentó
un resumen de lo que han encontrado en sus despachos tras una semana en
el cargo.
También comentó que uno de los asuntos
tratados fue seguridad y, en especial, la situación en el estado de
Ceará, en el noreste del país, que desde hace seis días sufre una ola de
violencia desatada al parecer por bandas delictivas que operan desde el
interior de las cárceles.
El propio Bolsonaro
pareció referirse a ese asunto en un mensaje que divulgó, también a
través de sus redes sociales, una vez que la reunión ministerial
concluyó.
"Presidente, gobernadores, alcaldes,
diputados federales, regionales, concejales y el Poder Judicial tienen
que ser demandados para que días mejores vengan en la seguridad
pública", escribió.
Según el mandatario, "actuar en
conjunto" y sin evasiones "es un gran paso para dar respuesta a lo que
los brasileños tanto piden".
Fuentes de la
Presidencia dijeron que se trató rápidamente sobre la reforma del
sistema de jubilaciones, que es considerado como uno de los factores que
más presionan el abultado déficit del sector público, pero que no se ha
llegado a ninguna conclusión.
Eso lo confirmó el
general Ribeiro, quien explicó a periodistas que "todavía no hay ningún
esbozo" del proyecto que será presentado al Congreso, que se instalará
el mes próximo, tras un receso que comenzó a mediados de diciembre
pasado.
El trámite de ese proyecto, que propondrá
medidas para endurecer el acceso a la jubilación y unas edades mínimas
para poder disfrutar de ese beneficio, que hoy no son un requisito en el
país, dependerá en partes del resultado de la elección del nuevo
presidente de la Cámara de Diputados, prevista para la primera semana de
febrero.
El Partido Social Liberal (PSL), al que
pertenece Bolsonaro, ya ha anticipado su apoyo a Rodrigo Maia, quien
actualmente preside la Cámara baja y es del partido Demócratas (DEM), el
mismo del influyente ministro de la Presidencia, Onyx Lorenzoni.
Maia es un firme defensor de la impopular reforma del régimen de
jubilaciones y ya ha obtenido el apoyo para seguir en el cargo de la
mayoría de los partidos de centro y derecha que ocuparán la mayoría de
los 513 escaños de la Cámara de Diputados.
La
minoritaria oposición de izquierdas, que constituye el único obstáculo a
ese proyecto, apenas tendrá unos 140 asientos y hasta ahora sigue
desarticulada por el fuerte avance de todas las fuerzas conservadoras,
que fueron en parte a remolque de Bolsonaro.
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