BRUSELAS.- La Comisión Europea ha advertido a Estados Unidos de que la imposición
de aranceles adicionales al sector europeo del automóvil como resultado
de la investigación que está llevando a cabo supondría la suspensión de
las negociaciones comerciales para reducir los impuestos aduaneros a los
bienes industriales y la adopción de medidas equivalentes de
compensación.
Así consta en el informe que
Bruselas ha publicado este miércoles sobre los avances conseguidos desde
que el jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, y el
presidente de EEUU, Donald Trump, pactasen en julio el punto final de la
disputa comercial abierta entre ambas partes y el inicio de una serie
de conversaciones sectoriales.
"Debe enfatizarse que
cualquier decisión de EEUU de imponer aranceles o cuotas a las
exportaciones europeas de vehículos y componentes de vehículos afectaría
enormemente al programa de trabajo y bloquearía más avances en
elementos clave", señala el documento.
"La aplicación de restricciones al comercio de productos
del sector del automóvil conducirían a la suspensión de las
negociaciones sobre aranceles industriales y a la adopción de medidas de
compensación como ya sucedió en el área del acero y aluminio", añade.
En la misma línea, la Comisión Europea ha apuntado que Washington "no
ha realizado ningún movimiento" de cara a eliminas las restricciones al
comercio de acero y aluminio, al tiempo que ha recordado que cualquier
acuerdo comercial sobre bienes industriales "está condicionado a la
eliminación" de los aranceles a este sector.
"Es una condición previa
para la conclusión de las negociaciones", advierte Bruselas.
La reunión de la Casa Blanca que desbloqueó el conflicto comercial
entre Bruselas y Washington tuvo lugar a finales de julio y desde
entonces la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström, y su homólogo
estadounidense, Robert Lighthizer, han mantenido cinco reuniones. Ambas
partes también han mantenido contactos a nivel técnico.
El avance más importante del lado europeo desde el inicio de las
conversaciones lo dio el Ejecutivo comunitario a mediados de enero,
cuando presentó su propuesta de mandato negociador a los gobiernos de la
UE para iniciar los debates de cara a un acuerdo comercial centrado en
los bienes industriales.
La liberalización recíproca
en este sector, a excepción del comercio de vehículos, es uno de los
cinco elementos pactados en julio por Juncker y Trump. Además, las
conversaciones entre la UE y EEUU se centran en facilitar el comercio en
sectores como servicios, dispositivos médicos, soja, productos químicos
o medicamentos.
También han debatido sobre la
cooperación en estándares regulatorios y en cuestiones energéticas. En
este último campo, Bruselas se comprometió a incrementar sus
importaciones de gas natural licuado. Por último, ambas partes acordaron
perseguir una estrategia común sobre la reforma de la Organización
Mundial de Comercio (OMC).
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