BRUSELAS.- La Comisión Europea y el Consejo Europeo optaron este lunes por
mantenerse en silencio ante la comparecencia de la primera ministra
británica, Theresa May, en la Cámara de los Comunes para exponer sus
planes de cara al Brexit, donde ha expresado su intención de volver a
Bruselas para tratar la frontera irlandesa.
“Si tenemos algo que decir, lo diremos mañana”, dijo un portavoz del Ejecutivo comunitario, en referencia a la rueda de prensa diaria que organiza esta institución.
Una portavoz del Consejo señaló, por su parte, que “no hay comentarios en este punto”, rehusando así pronunciarse sobre la propuesta de May, que rechazó este lunes convocar un segundo referéndum sobre el Brexit,
pese a que el acuerdo de salida acordado con la UE no ha logrado
superar el trámite de la ratificación en el Parlamento británico.
May explicó a los diputados su intención de volver a Bruselas para abordar la polémica salvaguarda para evitar una frontera en la isla de Irlanda, un asunto que las instituciones consideran cerrado por formar parte del acuerdo de salida al que el Gobierno británico dio su apoyo.
El ministro de Asuntos Exteriores de la República de Irlanda, Simon Coveney,
dejó este lunes claro que su país rechaza cualquier límite temporal a
la solución para evitar que haya una frontera física entre su país y la
provincia británica de Irlanda del Norte, un asunto en el que el resto
de socios europeos han cerrado filas en apoyo a la República de Irlanda
desde el principio de las negociaciones.
Coveney realizó estas declaraciones ante la posibilidad evocada por
Polonia, a través de su ministro de Exteriores, de poner un límite de
cinco años al plan de salvaguarda irlandés. “Puedo entender que le
preocupe que encontremos soluciones a un ‘brexit’ sin acuerdo porque hay
muchos polacos viviendo en Irlanda y el Reino Unido”, comentó, pero
recordó que “los que hablan en nombre de la UE son (el presidente de la
Comisión Europea, Jean-Claude) Juncker y (el jefe negociador europeo
para el Brexit, Michel) Barnier, y esa es la posición de Irlanda”,
concluyó.
Desde la Eurocámara, el jefe del grupo de seguimiento del Brexit en este organismo, Guy Verhofstadt,
se expresó en un breve mensaje en su cuenta de Twitter en el que señaló
su deseo de que ahora comience la cooperación entre partidos y las
consultas para ir hacia “la relación futura más cercana posible entre la UE y el Reino Unido”.
El político belga aplaudió, además, el anuncio de que el Reino Unido eliminará la tasa de 65 libras (75 euros) para adultos y 32,50 libras (37 euros) para menores
de 16 años que cuesta a los comunitarios pedir el “estatus de asentado”
para quedarse en el Reino Unido después del Brexit. May dijo que estas tarifas se anularán cuando el proceso de solicitudes se aplique en firme a partir del 30 de marzo, un logro que, según Verhofstadt, ha sido una “demanda clave” del Parlamento Europeo.
Otros grupos políticos, como el de los socialistas en la Eurocámara,
criticaron que May no haya ofrecido ninguna solución para romper el
bloqueo del Brexit y que la “premier” esté “perdiendo el tiempo pidiendo una revisión o aclaración sobre la salvaguarda irlandesa”.
“Nadie quiere ver activarse la salvaguarda, pero tiene que estar ahí
como un mecanismo de emergencia para evitar una frontera dura entre la
República (de Irlanda) e Irlanda del Norte y proteger la integridad del
mercado único”, señaló el portavoz socialista para el Brexit, Roberto
Gualtieri.
En su intervención, May tampoco contempló la posibilidad de solicitar
la ampliación del periodo de negociación del Brexit a la UE, aunque sí
advirtió a sus diputados de que Bruselas no aceptará un retraso si no
hay perspectivas de que el Parlamento británico puede aprobar un
acuerdo.
En este sentido, la Comisión ya advirtió de que esta petición para
retrasar el Brexit debe ir acompañada de un razonamiento que justifique
la extensión, ya que, según defienden fuentes comunitarias, ampliar este
plazo es “ampliar la incertidumbre”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario