martes, 22 de enero de 2019

'Credit Suisse' ve poco probable una nueva crisis de deuda soberana

DAVOS.- Credit Suisse ve poco probable la irrupción de una nueva crisis de deuda soberana como la vivida hace una década, si bien detecta algunos focos de riesgo que hay que vigilar, como el elevado endeudamiento de China, comparable al de España hace diez años.

La entidad bancaria ha presentado hoy un informe en el Foro Económico de Davos.

Su responsable de inversiones para Europa, Michael O'Sullivan, ha resumido los principales riesgos que amenazan a la economía global, entre los que ha destacado la deuda de las empresas en Estados Unidos, el elevado endeudamiento de China, "que está como estaba España hace diez años", y los países emergentes, algunos de los cuales, pero no todos, "aprendieron la lección hace 20 años".
El endeudamiento sigue siendo el principal desafío para el crecimiento económico, ha explicado el economista jefe de Credit Suisse, Oliver Adler, ya que aunque en los países desarrollados ha bajado, desde 2009, su porcentaje con respecto al PIB, en algunos países emergentes está subiendo de forma alarmante, particularmente en China.
Si en 1997 el porcentaje de deuda respecto del PIB era en China de algo más del 100 %, en 2009 alcanzaba el 200 % y en la actualidad es del 300 %, la mayor parte en manos de empresas no financieras.
Al estar en China las mayores empresas en manos del Gobierno, esa deuda se convierte en la practica en déficit del sector público.
El potencial de crecimiento de China "debería poder compensar" ese elevado endeudamiento, pero de momento el esfuerzo se nota casi exclusivamente en el reducido sector privado y en un descenso del ahorro de las familias y de las posibilidades de inversión de las empresas.
El endeudamiento global está ahora en niveles no vistos desde el fin de la II Guerra Mundial, ha explicado Adler, aunque distribuido de forma muy irregular.
También es el endeudamiento del sector "no financiero" lo que más preocupa a Credit Suisse en Estados Unidos, si bien no ve probabilidad alguna de quiebra o "default".
Entre los factores que han convencido a la entidad suiza de que no hay riesgo de una nueva crisis figuran las políticas monetaria y fiscal puestas en marcha en todo el mundo, que hace además que los"contagios" como los que se vieron en los países periféricos de la zona del euro -España, Italia, Grecia- sean ahora muy improbables.

La "banca en la sombra" amenaza al sector 

La "banca en la sombra" -intermediarios financieros no bancarios- es ahora el principal desafío para un sector que ya ha hecho penitencia por los pecados que llevaron al sistema al borde del colapso hace una década, según expertos de Credit Suisse en el Foro Económico de Davos.
Junto con el banco suizo, Bank of America, UBS o Blackstone son algunas de las entidades que han abordado durante la segunda jornada del Foro de Davos la situación y los retos del sector.
Los bancos "se han arrepentido y han hecho su penitencia", ha explicado el responsable de Estrategia y Macro de Credit Suisse Maxime Botteron, que cree que "no han vuelto a pecar".
El desapalancamiento -reducción de la proporción entre deuda y capital- y un enfoque de riesgos más prudente han reducido desde entonces el riesgo sistémico, gracias a que las entidades han aumentado sus ratios de capital y han reducido su endeudamiento, al tiempo que cuentan con mayores liquidez.
Botteron advierte no obstante del "legado" que la banca no ha digerido todavía, como los activos dudosos que conservan en sus balances y que aún "abultan" demasiado en Chipre, Grecia, Portugal, Irlanda, Italia y España.
Aparte de esta herencia, ahora se ha concretado una nueva amenaza, la "banca en la sombra", que en los últimos dos años ha crecido de forma imparable en Estados Unidos y China, sobre todo para financiar al sector inmobiliario.
El gigante asiático ha comenzado a tomar cartas en el asunto, señala Botteron, pero en el resto del mundo sería precisa una mayor intervención de los organismos reguladores.
También sobre la regulación ha incidido hoy en Davos el consejero delegado y presidente de Bank of America, Brian Moynihan, que en contra de la opinión de muchos directivos del sector se ha mostrado partidario de contar con una adecuada regulación, o de lo contrario los clientes pueden perder sus ahorros; "es lo mismo que pasa cuando no se ponen controles de velocidad en las carreteras", ha dicho.
La idea de tener servicios financieros no regulados para mejorar la competencia sólo conduciría a mayores pérdidas, ha dicho.
Moynihan ve muy posible que surja en Estados Unidos, fruto de un proceso de fusiones, una gran entidad financiera capaz de competir con las más grandes.
Se trataría, ha explicado, de un proceso inédito en Estados Unidos, al contrario de lo que ha ocurrido en Europa, donde las fusiones bancarias se han sucedido impulsadas por los organismos reguladores.
En otro panel, el presidente del banco suizo UBS, Axel Weber, ha mostrado un moderado optimismo, al considerar que a normalización de la política monetaria ya iniciada en Estados Unidos por parte de la Reserva Federal (Fed) "no será un problema en el actual ciclo, sino en el siguiente".
Weber cree que la Fed aprobará una o dos subidas de interés este año, pero descarta un "ajuste agresivo" dada lo "delicado" del contexto económico global.
Además, no ve probable la ruptura entre la Unión Europea y el Reino Unido tras el "brexit", ya que a ambas partes les interesa llegar a un buen acuerdo que sea aceptable para todos.
Si se acaba el tiempo, ha añadido, se puede prorrogar el artículo 50 y proseguir con las negociaciones.
Para el presidente del banco de inversión Blackstone, Stephen Schwarzmann, una de las pocas personas con línea directa con el presidente estadounidense Donald Trump, el reto más relevante radica en el ámbito de la digitalización y la inteligencia artificial, dos herramientas que mejorarán las posibilidades de las empresas pero también reducirán las desigualdades que tienen las personas en términos de oportunidades de trabajo.

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