WASHINGTON.- EEUU ha designado al polémico Elliot Abrams como enviado para dirigir los esfuerzos del país norteamericano sobre Venezuela en medio de la crisis política, tal y como anuncio el secretario de Estado Mike Pompeo. Se trata de una figura histórica dentro de las políticas imperialistas de Washington en el continente latinoamericano, ya que fue uno de los hombres claves tras los golpes de Nicaragua y El Salvador.

"Elliot Abrams se suma para liderar nuestros esfuerzos sobre Venezuela. Su trabajo crítico se iniciará de inmediato. Viajó conmigo al Consejo de Seguridad de la ONU, donde Estados Unidos convocó a una reunión que estaba pendiente para instar a otras naciones a apoyar la transición democrática de Venezuela", dijo Pompeo.
Abrams trabajó anteriormente en los Gobiernos de los presidentes Ronald Reagan (1981-1989), George H.W. Bush (1989-1993) y George W. Bush (2001-2009).
Tras ser designado, Abrams dijo que EEUU estaba buscando obtener los recursos financieros para que el titular de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral de mayoría opositora), Juan Guaidó, quien se autoproclamó presidente "encargado" del país caribeño, actúe como mandatario interino.
Durante su carrera diplomática, Abrams, un defensor de políticas intervencionistas, fue criticado por su apoyo manifiesto a los contras en Nicaragua y a los militares de El Salvador, ambos grupos acusados de abusos a los derechos humanos.
Además, el diplomático fue condenado por el escándalo Irangate, una trama que aconteció durante el mandato de Reagan con la que EEUU vendió armas al régimen iraní en la guerra contra Irak. 
La condena a Abrams no menoscabó su prestigio dentro de los sectores conservadores, en tanto que George H. W. Bush ofreció un indulto a él y a otros tantos implicados en el caso.
El exdiplomático fue una voz destacada contra el presidente Donald Trump durante su campaña electoral y es un cercano amigo y aliado político del asesor de seguridad nacional John Bolton desde hace más de 35 años.