TOKIO.- El Banco de Japón (BoJ) decidió
mantener hoy su política monetaria, sustentada en tipos de interés ultra
bajos y un cuantioso programa de compra de activos, al tiempo que
rebajó sus previsiones de inflación de los ejercicios 2019 y 2020.
En su reunión mensual sobre política monetaria, siete de los nueve
miembros de la junta de la entidad decidieron dejar intacto el paquete
de medidas que se aplican desde 2013 para lograr situar la inflación en
torno al 2 %, pero revisaron a la baja sus previsiones de inflación ante
la débil evolución de los precios.
Para lograr su esquiva meta inflacionaria, la entidad
mantendrá los tipos de interés negativos a corto plazo y un cuantioso
programa de compra del bono de deuda japonés, un activo cuyo rendimiento
se quiere mantener en torno al 0 % a largo plazo.
El
BoJ publicó también hoy su informe de previsiones de la evolución del
índice de precios de consumo (IPC), en el que rebajó hasta el 0,9 % su
estimación de crecimiento para el ejercicio fiscal de 2019, cinco
décimas menos que el cálculo anterior, en la supone tercera vez
consecutiva que recorta su previsión.
Para el ejercicio posterior de 2020, el banco central nipón rebajó su previsión del alza del IPC del 1,5 % al 1,4 %.
El ratio de crecimiento anual de los precios "ha sido positivo, pero ha
seguido mostrando un desarrollo relativamente débil comparado con la
expansión económica y el ajuste del mercado laboral", expuso la entidad
en su informe de previsión económica.
La decisión del BoJ se produce en un momento marcado por una persistente inflación baja y la incertidumbre económica global.
La entidad también publicó sus perspectivas sobre la evolución del
producto interior bruto (PIB), en las que revisó a la baja su previsión
de crecimiento para el ejercicio 2018 del 1,4 % al 0,9 %.
El banco central nipón elevó, no obstante, sus previsiones económicas
para los dos ejercicios posteriores, en los que estima que el PIB del
país crecerá un 0,9 % y 1 %, una y dos décimas por encima de lo
anteriormente estimado, respectivamente.
El BoJ citó
como principales factores de riesgo para la evolución económica de Japón
elementos como "las políticas macroeconómicas de Estados Unidos y su
impacto en los mercados financiero globales, las consecuencias del
proteccionismo", las negociaciones del brexit y la subida del IVA del 8 %
al 10 % en el país prevista para octubre.
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