GINEBRA.- El Foro Económico Mundial abre este
martes su reunión anual más importante del año, el Foro de Davos, en un
momento de desorientación general que se evidencian en los problemas de
inestabilidad, ruptura y aislacionismo que han obligado a los líderes de
Francia, Reino Unido y EEUU a quedarse en casa.
La
ausencia no sólo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sino la
de toda la delegación oficial que iba a representar a su país, debido a
la parálisis administrativa en Washington, representa una situación
inédita en casi medio siglo de historia del Foro de Davos.
Esta reunión solía abrir de manera informal el año
político y económico a nivel internacional, pero las crisis de los
chalecos amarillos en Francia, del "brexit" en el Reino Unido y la
causada por la insistencia de Trump en la construcción de un muro en la
frontera con México han perpetuado el sentimiento de inestabilidad de un
año a otro.
El presidente ejecutivo y fundador del
Foro, Klaus Schwab, ha reconocido que existe un "gran nivel de
incertidumbre" generalizada porque "la gente se siente insegura y ya no
cree que el mundo de mañana será mejor que el de hoy".
El Foro lleva al menos dos décadas advirtiendo de que "el exceso de
globalización nos llevaría a una situación de desequilibrio y
desigualdad", la cual "no era sostenible sin responsabilidad social",
recuerda Schwab, cuya profecía parece cumplirse.
Sin
embargo, el Foro ha declarado su intención de no dejar que la actualidad
y las múltiples crisis monopolicen las conversaciones y debates en
Davos, a donde muchos de los participantes acuden por quinta, sexta o
más veces porque representa una vitrina y un lugar de contactos que
prácticamente no tiene competencia.
El Foro reúne a
3.000 participantes, entre los que habrá más de 60 jefes de Estado y de
Gobierno, un centenar de autoridades de rango ministerial y cientos de
dirigentes de las compañías más influyentes de una veintena de
industrias.
Algunos participantes tienen, sin
embargo, la impresión de que "el liderazgo político de alto nivel está
ausente este año" y lo lamentan.
Si EEUU no estará
representado a nivel político, sí lo estará desde el punto de vista de
los negocios, con 800 ejecutivos y empresarios de este país que acudirán
a Davos.
Todos ellos estarán arropados por
representantes de ONG, artistas, escritores, científicos y académicos
que intentarán hacer escuchar sus voces entre aquellos que toman las
decisiones para que la visión de corto plazo deje de primar sobre el
largo plazo.
El cambio climático será uno de los más
emblemáticos de esta reunión, en la que la posición escéptica no estará
representada por Trump, sino por el nuevo presidente de Brasil, Jair
Bolsonaro, quien ha amenazado con retirar a su país del Acuerdo de París
sobre Cambio Climático.
En ausencia de varios
europeos, Latinoamérica será una de las regiones mejor representada en
cuanto a jefes de Estado, con los presidentes de Colombia, Ecuador,
Costa Rica, Perú y Paraguay que harán el viaje a la estación alpina de
Davos, cuya ubicación la hace de difícil acceso y por tanto más segura.
Europa estará representada principalmente por el presidente del
Gobierno español, Pedro Sánchez, y por la canciller alemana, Angela
Merkel.
Este fin de semana han llegado a Davos y a
numerosas localidades en un perímetro de más de 100 kilómetros -donde se
alojan cientos de participantes a falta de hospedajes disponibles en
Davos- los militares que estarán a cargo de la seguridad.
El Gobierno suizo ha aprobado el desplazamiento de un máximo de 5.000 soldados para este evento.
Como cada año, el espacio aéreo estará limitado del martes al sábado
próximos. Las personalidades invitadas han comenzado a aterrizar en una
base aérea de la región de Zúrich, desde donde se trasladan a Davos sea
en helicóptero, en tren o en vehículo privado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario