DAVOS.- La
confirmación del freno de la economía china preocupa a los países
emergentes en el Foro Económico de Davos, que temen que la ralentización
del gigante asiático afecte a su propio crecimiento.
"La
ralentización china preocupa a todo el mundo porque obligatoriamente
tendrá un impacto sobre la demanda china y en consecuencia para los
países exportadores", explicó el presidente del Banco Africano
de Desarrollo (BAD), Akinwumi Adesina.
"Seguimos la situación de muy cerca", aseguró, explicando que "África exporta cerca del 85% de sus materias primas hacia China".
El
gigante asiático anunció el lunes, poco antes de la apertura del Foro
Económico Mundial (WEF), un crecimiento del 6,6% en 2018, su nivel más
bajo en casi 30 años.
Si
hasta ahora las economías desarrolladas observan el fenómeno, las
emergentes están mucho más preocupadas porque en las últimas décadas se
han beneficiado muchísimo de la demanda china de materias primas y de
productos agrícolas.
"Cuando
china estornuda, el resto de Asia tiene gripe", advirtió Kenneth
Rogoff, profesor de economía de Harvard. "Será difícil para los
exportadores de materias primas, incluso doloroso", aseguró.
La
caída de la demanda china preocupa no solo a los países asiáticos y
africanos sino también a los de América Latina, cuyas exportaciones
hacia China aumentaron significativamente desde el principio de los años
2000.
"Sí,
estamos preocupados", dijo la subsecretaria de Comercio
Exterior de México, Luz María de la Mora. "Más aún porque China es
nuestro segundo socio comercial" después de Estados Unidos, añadió.
Para
Raghuram G. Rajan, profesor de la Universidad de Chicago y exgobernador
del Banco Central de India, la ralentización china es efectivamente "un
problema", aunque todavía habrá que ver su impacto real en las
economías emergentes.
"China
no solo es grande sino que tiene un gran peso en la economía mundial.
Si se ralentiza, significa que va a importar menos materias primas",
dijo. "Por todas esas razones es un problema para los
emergentes".
Por
su parte Rogoff se mostró más cauto. "Pienso que el freno se explica
más por la productividad que por la demanda. Quizás los emergentes
recibirán un impacto menos duro que si los chinos hubieran dejado de
consumir de un día para otro", añadió.
Para
los países emergentes, el problema chino se añade a otros, como la
caída del precio del petróleo y el aumento de las tasas de interés
estadounidenses, que incitan a los inversores a retirar su dinero de
esos países para aprovechar el rendimiento al alza en Estados Unidos.
La
situación podría ser todavía más preocupante si el Banco Central
estadounidense (Fed) aumenta sus tasas una manera más rápida e
importante de lo previsto.
"Es posible que tengamos que enfrentarnos a nuevos desafíos en este sentido", explica Adesina.
"Pero
no solo en África. En Estados Unidos, las empresas podrían tener
también dificultades a causa de su elevado endeudamiento", explicó,
dando a entender que la Fed quizás no tiene interés en seguir su
política monetaria actual.
Frente
a estos nubarrones en el horizonte, el presidente del BAD apela a la
vigilancia de los países emergentes.
"De todas maneras esto significa
que tenemos que vigilar la situación en los mercados financieros, tener
un ojo puesto en la sostenibilidad de nuestras deudas y prepararnos para
un posible contagio de la guerra comercial".
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