HARARE.- El presidente de Zimbabue, Emmerson
Mnangagwa, dijo hoy que "rodarán cabezas" tras las manifestaciones
violentas y la represión que ha sufrido el país en los últimos días, lo
que provocó su regreso adelantado de una gira internacional.
"La violencia o mala conducta de nuestras fuerzas de seguridad es
inaceptable y una traición al nuevo Zimbabue. El caos y la
insubordinación no serán tolerados. La mala conducta será investigada.
Si es necesario, rodarán cabezas", afirmó el presidente a través de su
cuenta de la red social Twitter.
Al menos 12 personas fallecieron por la represión,
mientras centenares resultaron heridas durante la huelga secundada del
14 al 16 de enero, provocada por la subida del precio del combustible,
que se duplicó y pasó a costar más de 3 dólares por litro.
El jefe de Estado achacó la situación al anuncio hace algo más de una
semana por parte de su Administración de "medidas de estabilidad", entre
las que destacaba la subida del precio del carburante, que definió como
"poco populares, pero necesarias".
Esta oleada de
protestas, insólita desde la caída del exmandatario Robert Mugabe en
noviembre de 2017, provocó que Mnangagwa, que se encontraba en una gira
europea y centroasiática previa al Foro Económico Mundial de esta semana
en Davos (Ginebra), adelantase su vuelta al país.
El
pasado 13 de enero, un día antes de partir hacia Rusia, el presidente
anunció un aumento de más del doble en el precio del combustible, lo que
provocó un paro nacional de tres días y desató protestas violentas que
llevaron a un saqueo generalizado.
"La situación que
ha seguido es lamentable y trágica. Todo el mundo tiene derecho a
protestar, pero esta no fue una manifestación pacífica y esta no es la
forma de actuar en Zimbabue", continuó Mnangagwa.
El
jefe de Estado también tendió la mano a la oposición y llamó a un
"diálogo nacional" en el que "la economía y las personas sean lo
primero".
Unas 700 personas han sido arrestadas en la
última semana después del inicio de las protestas y una oleada de
saqueos en las dos principales ciudades de este país sudafricano, Harare
y Bulawayo.
Entre los arrestados figuran cinco
diputados del opositor Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), según
alega esta formación, derrotada en los comicios generales de julio
pasado si bien tildó la votación de fraudulenta.
Este
lunes, la Policía también detuvo a Japhet Moyo, secretario general del
Congreso de Sindicatos de Zimbabwe (ZCTU), principal fuerza sindical del
país, que organizó la huelga de la semana pasada.
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