ATENAS.- Grecia cerró 2018 sin conseguir sus
objetivos fiscales, a pesar de una gestión muy austera, según los datos
que facilitó este viernes el Ministerio de Finanzas.
El superávit primario, que excluye el pago de la deuda y se tiene en
cuenta en las negociaciones con los acreedores del país, alcanzó 3.237
millones de euros, muy por encima de los 1.940 millones del año
anterior, pero por debajo del objetivo de 3.604 millones de euros.
Los ingresos del Estado sumaron 53.682 millones de euros, 1.483 millones menos que lo presupuestado.
Según el Ministerio de Finanzas, esto se debe a que 1.115 millones de
euros -provenientes de la ampliación de la cesión de explotación del
aeropuerto internacional de Atenas por un período de veinte años- serán
recaudados a finales de enero en lugar de en diciembre, cuando estaba
previsto.
Los gastos totales del Estado sumaron 55.998 millones de euros, 1.077 millones menos que los 57.075 previstos.
El gasto en inversiones públicas alcanzó en 2018 los 6.237 millones de
euros, 513 menos de lo que estaba previsto en los Presupuestos.
Los ingresos a través de los fondos europeos sumaron 2.639 millones de euros, 1.216 millones menos de lo esperado.
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