CARACAS.- El presidente de
Venezuela, Nicolás Maduro, se declaró este viernes dispuesto a reunirse
con el líder opositor, Juan Guaidó, autoproclamado mandatario interino,
quien casi en simultáneo aseguró que no se prestará para un "falso"
diálogo.
"Estoy comprometido con el diálogo nacional. Hoy mañana y
siempre estaré comprometido y listo para ir donde haya que ir. Yo,
personalmente, si tengo que ir a encontrarme con este muchacho (Guaidó)
voy", aseguró Maduro en rueda de prensa en el Palacio de Miraflores.
Ante cientos de seguidores en la plaza central de Chacao
(este de Caracas), Guaidó, jefe del Parlamento de mayoría opositora,
rechazó negociar, al referirse a iniciativas planteadas por México y
Uruguay.
"La represión, cuando no les da resultado, se convierte
en falso diálogo (...) Debe tener muy claro el mundo y este régimen:
pa'falso diálogo aquí nadie se presta", advirtió Guaidó en su primera
aparición pública desde que se autojuramentó el miércoles.
"¡Presidente!", coreaban sus seguidores.
Este viernes, el
presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que su
gobierno está "en la mejor disposición de ayudar" en un diálogo, si
Maduro y Guaidó lo solicitan.
Maduro, de 56 años, reiteró sus
denuncias de un golpe de Estado en marcha orquestado por Estados Unidos.
"Golpe sería si me llevan, eso es un golpe", reaccionó el opositor, al
comentar la posibilidad de ser apresado.
Guaidó se autoproclamó
presidente interino invocando el artículo 233 de la Constitución, que
señala que hay vacío de poder con la renuncia, incapacidad mental,
muerte del presidente o abandono del cargo, un punto polémico pues el
Congreso ya lo declaró así en 2017, aunque sus decisiones son anuladas
por la Corte Suprema.
El jefe
legislativo, de 35 años, convocó a una "gran movilización" la próxima
semana tras las multitudinarias marchas opositoras y oficialistas del
miércoles, durante las cuales 26 personas murieron y unas 350 fueron
detenidas.
"Aquí hay gente en la calle para rato, hasta que
logremos que cese la usurpación, un gobierno de transición y elecciones
libres", dijo Guaidó, al señalar que la fecha será precisada el domingo.
Sin convocatoria concreta, Maduro, por su parte, llamo a la "rebelión popular contra el golpe de Estado": "Pueblo a la calle".
Como
parte de su hoja de ruta, Guaidó ofreció amnistía a militares que
ayuden con una transición, buscando quebrar el sostén de Maduro, la
Fuerza Armada, que el jueves lo reconoció como su comandante y denunció
un golpe de Estado en curso.
"Llegó el momento de ponerse del lado de la Constitución, de ponerse del lado del pueblo", les dijo Guaidó a los militares.
Aseguró
que también trabaja para que llegue ayuda humanitaria al país y
proteger los activos venezolanos en el exterior. El jueves, Estados
Unidos anunció una ayuda de 20 millones de dólares para entregar a
Venezuela "en cuanto sea posible".
A
solicitud de Washington, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá
el sábado para abordar la crisis venezolana. Asistirá el secretario de
Estado estadounidense, Mike Pompeo, y el canciller venezolano, Jorge
Arreaza.
Pompeo nombró a Elliott Abrams, un diplomático que
trabajó con el presidente republicano Ronald Reagan en Centroamérica,
como emisario para "restaurar la democracia" en Venezuela.
Tras
autoproclamarse mandatario, Guaidó recibió el respaldo de Estados
Unidos, Canadá y una decena de países latinoamericanos. Maduro obtuvo
por su parte el apoyo de sus aliados Rusia, China, Turquía, Nicaragua,
Bolivia y Cuba, mientras México y Uruguay le mantuvieron el
reconocimiento.
La Unión Europea (UE) se prepara para urgir al
presidente a convocar "inmediatamente" elecciones. Algunos de sus
socios, como Alemania y España, proponen reconocer a Guaidó.
En
respuesta a la postura de Washington, Maduro rompió relaciones, dio 72
horas -que se cumplen el sábado- a los diplomáticos estadounidenses para
dejar el país. Desafiando esa orden, Guaidó dijo que la embajada
estadounidense se mantendrá abierta.
Maduro también anunció el
cierre de la embajada y consulados en Estados Unidos, pero aclaró este
viernes que le seguirá vendiendo crudo. Estados Unidos compra a
Venezuela un tercio de su deprimida producción petrolera de 1,3 millones
de barriles diarios -fuente del 96% de divisas-.
Según analistas,
Trump podría considerar congelar activos de Venezuela e imponer
sanciones petroleras, lo que socavaría "seriamente" al gobierno, señaló
la consultora Capital Economics.
"Si no nos compran papa, ni
cebolla, ni pollos, ni petróleo lo venderemos en otro lado", señaló,
advirtiendo que buscarán otros mercados en caso de que Trump tome esas
medidas.
Estados Unidos, la UE y una decena de países
latinoamericanos no reconocieron el segundo mandato que inició Maduro el
10 de enero por considerar fraudulenta su reelección.
El
agravamiento de la crisis ocurre en medio de la debacle económica de
Venezuela, con su petrolera declarada en suspensión de pagos y una
hiperinflación que el FMI calcula llegará a 10.000.000% este año.
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