SEÚL.- Pese a más de un año de relaciones internacionales y promesas de
reformas económicas por parte de los líderes de Corea del Norte, la
situación de derechos humanos en el aislado país sigue siendo grave,
dijo un alto funcionario de Naciones Unidas.
El relator especial de la ONU para derechos humanos en Corea del
Norte, Tomás Quintana -impedido por el Gobierno para visitar el país-
viajó a Corea del Sur esta semana como parte de una investigación que
será entregada el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en marzo.
Observando
que el líder norcoreano, Kim Jong Un, se ha embarcado en un esfuerzo
para mejorar las condiciones de vida al enfocarse en el desarrollo
económico, Quintana afirmó que sus hallazgos preliminares mostraron que
esos esfuerzos no se han traducido en mejorías en la vida de la mayoría
de la gente.
“El hecho es que, con todos los acontecimientos
positivos que ha visto el mundo en el último año, es aún más lamentable
que la realidad en materia de derechos humanos permanezca sin cambios y
siga siendo extremadamente grave”, dijo a periodistas en una conferencia
en Seúl.
“En
todas las áreas vinculadas al goce de derechos económicos y sociales,
incluyendo salud, vivienda, educación, previsión social, empleo,
alimentos, agua y servicios sanitarios, buena parte de la población del
país está rezagada”, comentó.
Corea del Norte niega abusos de
derechos humanos y afirma que el tema es usado por la comunidad
internacional como ardid político para aislar a Pyongyang.
Los
derechos humanos no fueron abordados en las conversaciones entre Kim y
líderes de Corea del Sur y de Estados unidos el año pasado, cuando se
reunieron para discutir sobre el programa de armas nucleares de Corea
del Norte.
Sin embargo, Estados Unidos impuso en diciembre
sanciones a otros tres funcionarios norcoreanos, incluyendo a un
importante asesor de Kim, por censura y abusos graves a los derechos
humanos.
Aunque
admitió que “no tiene información específica” respecto a si las
sanciones internacionales afectan a ciudadanos norcoreanos, Quintana
dijo que castigan a la economía en su conjunto y “plantean
interrogantes” sobre el posible impacto en el público.
La ONU ha
confirmado el uso continuo de campos de detención por motivos políticos
que albergan a “miles” de internos, afirmó Quintana, quien citó a una
fuente que dijo que “todo el país es una cárcel”.
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