RIGA.- La formación de gobierno en Letonia está más cerca
después de que la nueva fuerza populista en este país báltico y quinto
de los siete partidos del Parlamento acordara sumarse a una coalición
liderada por Krisjanis Karins, de Nueva Unidad (JV), con la política
energética como principal obstáculo por superar.
Karins, nacido en Estados Unidos y actual miembro del Parlamento Europeo
(PE) aseguró ayer a la prensa que espera que para el lunes los cinco
partidos hayan presentado sus candidatos a los ministerios y dado por
escrito su visto bueno para continuar con la formación de gobierno.
Está previsto que el presidente letón, Raimonds
Vejonis, nombre oficialmente primer ministro a Karins, de 54 años, este
mismo lunes, más de noventa días después de las elecciones
parlamentarias, aunque las negociaciones para acordar una declaración de
gobierno que defina las prioridades de la coalición podría llevar al
menos otras dos semanas.
Sólo entonces, a finales
de enero, su gobierno podría someterse a un voto de confianza en el
Saeima (Parlamento), señaló Karins.
La coalición de
cinco partidos comenzó a perfilarse cuando De Quién Es El Estado
(KPVLV), considerada una nueva fuerza populista, se sumó a la posible
alianza después de que las otras cuatro agrupaciones aceptaran sus
condiciones, principalmente de carácter técnico y no controvertidas.
Pero cuando Karins anunció contar con el apoyo de KPVLV, dentro de
esta formación pareció dibujarse una división y los indicios de una
batalla en torno a las políticas energéticas una vez se busque
consensuar una declaración de gobierno.
Aldis
Gobzems, uno de los líderes de KPVLV y su candidato a primer ministro en
un fracasado intento de formar una coalición a finales del año pasado,
afirmó que no votará a favor del gobierno de Karins y pedirá a otros de
los 16 miembros de su grupo parlamentario que hagan lo mismo en lo que
considera "una cuestión de libre elección".
Karins,
por su parte, dijo en una rueda de prensa que KPVLV había votado "por
una amplia mayoría" sumarse a la coalición y algunos medios habían
hablado de al menos trece diputados que apoyarían al primer ministro de
Nueva Unidad, el partido más pequeño del Parlamento letón con ocho de
los cien escaños.
Otra dificultad para Karins podría
ser la disputa en torno a abolir la llamada tasa adicional de energía
verde para financiar la generación de energía a partir de fuentes
renovables o la cogeneración de electricidad y calor para el hogar y la
industria.
Un portavoz de KPVLV declaró que su
formación insistirá en la abolición inmediata del recargo verde en la
electricidad estipulado por la Unión Europea (UE) y conocido en Letonia
por su abreviatura OIK, al considerar que es una tasa indirecta injusta
para el consumidor y que ha sido utilizada de forma fraudulenta.
Un reportaje de investigación de una cadena de televisión destapó
varios casos de licencias de OIK concedidas a compañías que producían
muy poca o ninguna energía verde.
La inmediata
abolición del recargo OIK fue uno de los principales temas de campaña de
KPVLV en las elecciones de octubre y parte de un programa que llama a
reestructurar y reformar de forma radical el gobierno, dejado
ampliamente de lado mientras los partidos hacen concesiones para
participar en el próximo ejecutivo.
El tema del recargo verde sigue siendo una de las demandas radicales de KPVLV que podría tratar de sacar adelante.
El gobierno saliente del primer ministro Maris Kucinskis había
propuesto desmantelar el esquema OIK para 2022 y evitar de esa manera
posibles demandas y sanciones por retirar licencias abruptamente,
incluidas aquellas que legitiman a los productores de energías verdes.
Según datos de Eurostat de 2017, el 37,6 % de la producción energética
en Letonia provenía de energías renovables, lo que sitúa a este país
báltico entre los primeros de la UE en renovables, sólo por detrás de
Suecia y Finlandia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario