CARACAS.- El presidente de
Venezuela, Nicolás Maduro, recibió este jueves un espaldarazo de la
Fuerza Armada, sostén de su gobierno, intentando contrarrestar el apoyo
internacional a la autoproclamación del líder parlamentario opositor,
Juan Guaidó, como mandatario interino.
En sesión especial en el
Tribunal Supremo de Justicia (TSJ, de línea oficialista), Maduro
agradeció a los militares el apoyo ante lo que denunció como "un golpe
de Estado en marcha" dirigido por Washington.
"La patria militar tiene su voz firme y clara (...) No
queda duda que es el propio Donald Trump que quiere imponer un gobierno
de facto", dijo el mandatario socialista.
Flanqueado por la cúpula
militar, el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, había
reconocido poco antes a Maduro como presidente "legítimo", al asegurar
que la autojuramentación de Guaidó forma parte de ese "plan criminal".
Al
respaldo se sumaron el TSJ, el Consejo Electoral y la Fiscalía, que
anunció que prepara "acciones" luego de que la justicia le ordenó
investigar penalmente al Parlamento -de mayoría opositora-, acusándolo
de usurpar las funciones de Maduro.
Guaidó, quien según una fuente
opositora "está resguardado" en un lugar no precisado, ofrece amnistía a
los uniformados que desconozcan a Maduro. "El mayor impedimento para
que asuma en la práctica es el alto mando militar", dijo el
analista Diego Moya-Ocampos.
Aunque la Fuerza Armada asegura estar
unida, ha mostrado fisuras. El lunes, 27 militares fueron detenidos
tras sublevarse contra Maduro.
La tensión se siente en las calles.
Disturbios en el marco de protestas contra el gobierno dejaron unos 26
muertos desde el lunes.
Invocando el artículo 233
de la Constitución, Guaidó, de 35 años, se autojuramentó el miércoles
como "presidente encargado" para "lograr el cese de la usurpación, un
gobierno de transición y elecciones libres".
Ese artículo señala
que habrá vacío de poder con la renuncia, la incapacidad mental, la
muerte del presidente o el abandono del cargo, el punto polémico pues ya
lo declaró el Parlamento en 2017, aunque sus decisiones son
consideradas nulas por el TSJ.
"Gracias a Dios, a la virgen y a todos los santos, ángeles
y arcángeles estoy bien del coco (cabeza), de la salud voy muy bien y
(...) nunca renunciaré", aseguró Maduro, quien dijo haber notado a
Guaidó "titubeando" y "asustado".
Guaidó fue reconocido por
Estados Unidos, Canadá y una decena de países de América Latina, en
tanto Maduro obtuvo el respaldo de sus aliados Rusia, China, Cuba,
Bolivia, Nicaragua y Turquía.
Incluso el presidente ruso, Vladimir
Putin, lo llamó por teléfono.
Pero el reconocimiento de Guaidó no
generó consenso en la Organización de Estados Americanos (OEA) este
jueves, pese a que el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo,
pujó fuerte.
Washington pidió una reunión del Consejo de Seguridad
de la ONU sobre Venezuela el sábado. La Unión Europea se limitó a pedir
"elecciones libres" sin reconocer a Guaidó, lo que sí hizo el
presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani.
De visita en Panamá,
el papa Francisco dijo, a través de su portavoz Alessandro Gisotti, que
apoya "todos los esfuerzos para ahorrar sufrimientos a los venezolanos".
Medio
centenar de países consideran "ilegítimo" el segundo mandato que inició
Maduro el 10 de enero, por considerar que los comicios en que fue
reelegido -boicoteados por la oposición- fueron fraudulentos.
"La
clave siempre ha estado dentro, en la articulación de la oposición
(avanzando) y el apoyo militar (incierto). Pero ahora Maduro, por error,
pone a la comunidad internacional en el máximo nivel de protagonismo.
Ahí tiene mucho más que perder", opinó el analista Luis Vicente León.
En
respuesta al decidido apoyo de Estados Unidos a Guaidó, Maduro rompió
relaciones y dio 72 horas a los diplomáticos para dejar el país, pero
Washington no reconoció esa decisión y amenazó con tomar medidas si su
personal es puesto en "peligro".
"Si queda algo de sensatez y
racionalidad le digo al Departamento de Estado (...) tienen que cumplir
la orden", advirtió Maduro, tras anunciar el cierre de la embajada y
todos los consulados en Estados Unidos.
En un comunicado a todas las embajadas, Guaidó les pidió la víspera permanecer en Venezuela.
"Lo
que verdaderamente afecta o pone en entredicho la capacidad de gobernar
de Maduro son medidas de corte económico o financiero", advirtió el internacionalista Mariano de Alba.
Estados Unidos compra a Venezuela un tercio de su
deprimida producción de 1,4 millones de barriles diarios -fuente del 96%
de divisas-. Según Maduro, sus enemigos quieren apropiarse de las
mayores reservas de oro negro del planeta que tiene la nación
sudamericana.
"Trump
probablemente exploraría la posibilidad de congelar activos (de
Venezuela) (...) podrían agregarse sanciones petroleras", opinó Eurasia
Group.
El agravamiento de la crisis ocurre en medio de la peor debacle económica en la historia moderna del país petrolero.
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