WASHINGTON.- Wall
Street se prepara a afrontar una mayor vigilancia de sus operaciones
con la entrada de un grupo de demócratas progresistas, entre ellos la
estrella ascendente del partido Alexandria Ocasio-Cortez, en una
poderosa comisión de la Cámara de Representantes que supervisa las
actividades bancarias.
"Es una enorme victoria", declaró Ocasio-Cortez, de 29 años, la congresista más joven de Estados Unidos.
"No
puedo recalcar suficientemente lo importante que es este momento. Los
demócratas están integrando a miembros que rechazaron el dinero de
campañas corporativas en un comité que supervisa Wall Street", tuiteó la
parlamentaria, de origen puertorriqueño.
Ocasio-Cortez
se define a sí misma como una socialista, una palabra etiquetada muy a
la izquierda en Estados Unidos, aterradora para los conservadores, que
la consideran como sinónimo de una gran amenaza para el país.
La
llegada de la congresista neoyorquina, muy presente en las redes
sociales como Twitter, donde tiene 2,5 millones de seguidores, llamará
la atención sobre la labor de una comisión habitualmente bastante
desconocida.
Del
otro lado, Wall Street intenta averiguar los objetivos de los
demócratas, que recientemente obtuvieron la mayoría en la Cámara de
Representantes tras ocho años de control republicano.
Aunque
el Senado sigue en manos de los republicanos y dispuesto a paralizar
grandes cambios, el control de los demócratas en la cámara baja augura,
por lo menos, algunas dificultades para los banqueros, con una mayor
vigilancia del sector y largas audiencias públicas.
Los
demócratas ya enviaron una señal simbólica como el nombramiento al
frente de la comisión de Maxine Waters, de 80 años, la primera mujer y
la primera afroestadounidense en asumir esa función.
Waters,
un objetivo habitual de las pullas del presidente Donald Trump, ha
avisado al sector financiero de que se acabaron los días de la
desregulación bancaria y la supervisión negligente.
En
su primer discurso como presidenta de la comisión el 16 de enero, dijo
que la crisis financiera de 2008 había sido "el resultado de que Wall
Street quedara fuera de control, con instituciones agresivas que
traficaban con productos tóxicos... y sin ninguna agencia encargada de
priorizar la protección del consumidor".
"Básicamente, la economía fue empujada al abismo", añadió.
"Nuestro
temor es que ella (Waters) refuerce la supervisión de los grandes
bancos", explicó una fuente bancaria, que anticipa "más
audiencias de directores ejecutivos en el Congreso" con la mayoría
demócrata en la Cámara.
La mitad de los nuevos miembros de la comisión pertenecen al ala más izquierdista del partido demócrata, como Ocasio-Cortez.
Varios
de ellos causaron sensación al presentarse a las elecciones
legislativas de noviembre de 2018, entre ellos Ayanna Pressley, la
primera congresista afroestadounidense de Massachusetts, y Rashida
Tlaib, la primera de origen palestino y una de las dos primeras mujeres
musulmanas en llegar al Congreso en Washington.
Los
nuevos miembros de la comisión defienden una mayor supervisión de los
bancos y prometen luchar por facilitar el acceso a los préstamos,
conseguir más diversidad en el sector y detener la discriminación en
materia de vivienda.
"Estoy
deseando investigar a fondo la crisis de los préstamos estudiantiles,
examinar las cárceles y los centros de detención con ánimo de lucro y
explorar el desarrollo de una banca pública y postal. Para empezar",
tuiteó Ocasio-Cortez.
"Banca pública" son dos palabras que estremecen a los miembros de Wall Street.
Aún
así, "Cortez no marcará la agenda del Comité, lo hará la presidenta
Walters", recordó una segunda fuente del sector bancario.
"Tenemos
muchas diferencias con ella (Waters), pero lleva 30 años en el Comité.
La conocemos y ella nos conoce", dijo esa fuente. "Hay cuestiones
comunes en las que podemos trabajar".
La
alianza de los demócratas progresistas se extiende hasta el Senado,
donde pueden contar con el apoyo de Elizabeth Warren, que ha anunciado
su intención de presentarse a las presidenciales de 2020.
Aunque
forma parte de la oposición en el Senado, la congresista de 69 años
puede incomodar a los banqueros y los funcionarios del gobierno con
duras preguntas desde su puesto en la comisión de finanzas de la Cámara
Alta.
"Con
los republicanos al frente del Senado, la mayor esperanza de Waters
para los dos próximos años es mantener las cuestiones financieras en el
foco, con la esperanza de que influencien las elecciones el próximo
año", escribió el analista de FTN Chris Low.
Según él, el hecho de tener alguien tan mediático como Ocasio-Cortez en la comisión "apuntalará ese objetivo".
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