BERLÍN.- El Gobierno alemán presentó este
miércoles una iniciativa para reducir los desperdicios alimenticios, que
incliuye la comercialización de productos con dosificaciones adaptadas
al consumo real, sea a escala individual o de restaurantes.
"Hay que evitar el despilfarro actual. Más de 800 millones de personas
padecen hambre en el mundo", recordó la ministra de Agricultura, Julia
Klöckner, en una comparecencia ante los medios tras la aprobación de su
plan por el Consejo de Ministros.
El plan de la ministra implicará a la industria
alimenticia, asociaciones de consumidores, autoridades de los "Länder"
-estados federados- y expertos en la materia.
El
objetivo es optimizar el proceso de comercialización de los alimentos
para que lleguen al consumidor en las dosis apropiadas para cada
destinatario, sea una persona que vive sola, una familia, una escuela o
un restaurante.
"Hay que sensibilizar a los jóvenes y
a las familias, con la debida campaña de información, para evitar las
toneladas de desperdicios anuales", apuntó Klöckner, que avanzó el
lanzamiento de campañas informativas en internet para alcanzar a este
sector de consumidores.
Según estimaciones de su
departamento, cada ciudadano produce al año 55 kilos de desperdicios de
alimentos, de los cuales una parte, aunque no concretada, sería
evitable.
El partido opositor Los Verdes se ha
marcado como "viable" el objetivo de reducir hasta 2025 en un tercio el
volumen actual de desperdicios alimenticios.
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