jueves, 14 de febrero de 2019

Los datos comerciales de China mejoran, pero los analistas dudan de que sea una tendencia

PEKÍN.- Las exportaciones de China retornaron inesperadamente a la senda del crecimiento en enero después de un agudo declive en el mes anterior, mientras que las importaciones bajaron mucho menos que lo esperado, aunque analistas dicen que la fortaleza se debió probablemente a factores estacionales. 

Los inversores y las autoridades están observando de cerca los datos para ver la rapidez a la que se está enfriando la actividad en China o si las medidas de apoyo anunciadas el año pasado están comenzando a dar frutos, lo que podría distender algo de la presión que pesa sobre la economía mundial.
Las exportaciones de enero subieron un 9,1 por ciento interanual, desafiando las expectativas de analistas de una baja de un 3,2 por ciento y marcando un contrapunto respecto al declive de 4,4 por ciento de diciembre.
Las importaciones cayeron un 1,5 por ciento, un registro mucho mejor que la expectativa de analistas de una baja de 10 por ciento. Los datos dejan a la economía del país con un superávit comercial de 39.160 millones de dólares en el mes.
Aunque las lecturas parecen positivas a primera vista, analistas advirtieron de que los datos de China deberían ser revisados con cautela debido a las distorsiones causadas por los feriados del Año Nuevo Lunar, que este año se iniciaron a comienzos de febrero.
“Claramente los números sorprendieron al mercado de buena manera, pero dada la desaceleración global de las fábricas y la debilidad de los datos de Corea, podría ser prematuro concluir que las perspectivas comerciales han mejorado basado por sí solo en los números de enero”, dijo Tommy Xie, economista chino de OCBC Bank en Singapur.
Las fábricas han registrado bajas en los pedidos desde el exterior y las bodegas en Estados Unidos están repletas de bienes chinos comprados en anticipación a la aplicación de nuevos aranceles en la guerra comercial que mantienen Pekín y Washington.
La economía china se desaceleró y creció un 6,6 por ciento en el 2018, presionada por una alza en los costes del endeudamiento y por los esfuerzos por contener los créditos de riesgo que afectaron a empresas más pequeñas.
La presión sobre la economía china podría acrecentarse si Pekín y Washington no alcanzan pronto un acuerdo que termine con su disputa comercial, que se estima ha costado a ambos países miles de millones de dólares y ha golpeado a economías dependientes de las exportaciones en todo el mundo.

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