WASHINGTON.- La
esperada desaceleración del crecimiento económico en Estados Unidos,
las incertidumbres comerciales y el debilitamiento de la expansión
global llevaron a la Reserva Federal a adoptar una "actitud paciente"
antes de actuar nuevamente sobre las tasas, según el acta de su última
reunión dado a conocer el miércoles.
La
Fed estimó que el crecimiento de la economía estadounidense se
desacelerará y que las perspectivas son "más inciertas" ante los mayores
riesgos globales.
En
diciembre, el banco central estadounidense revisó a la baja sus
estimaciones de crecimiento para 2019, al 2,3% en lugar del 3%.
Los
miembros del comité de política monetaria, que a fines de enero
decidieron mantener las tasas de interés en un rango de entre 2,25% y
2,50%, adoptaron una "actitud paciente" para tener una idea más clara de
la situación comercial, en medio de las negociaciones entre China y
Estados Unidos.
Como
argumentos para mantener las tasas citaron la "alta volatilidad de los
mercados financieros", el "crecimiento más débil de la economía mundial"
y el "debilitamiento de la confianza del consumidor y la industria".
En
Estados Unidos, "el entorno político, incluidas las negociaciones
comerciales y el reciente cierre parcial de la administración"
("shutdown") también contribuyeron a la incertidumbre sobre el panorama
económico.
Por
lo tanto, el Comité optó por la paciencia para "dar tiempo a (tener)
una imagen más clara de la situación en términos de comercio
internacional".
Washington
y Pekín están llevando a cabo esta semana negociaciones cruciales en la
capital de Estados Unidos para buscar un acuerdo que frene una escalada
en la imposición mutua de aranceles.
El
Comité decidió además esperar a tener "una visión más firme del alcance
y la persistencia de la desaceleración económica en China y Europa",
según las minutas de la reunión del 29 y 30 de enero.
En
medio de esta mayor incertidumbre, los miembros de la Fed indicaron que
"aún no está claro" cuáles serán los ajustes "apropiados" a la tasa
este año.
Algunos
creen que las tasas deberían aumentarse "solo si la inflación aumenta",
mientras que otros piensan que se tendrá que hacer tan pronto como se
demuestre que la economía está evolucionando como se esperaba.
La próxima reunión sobre política monetaria será del 19 al 20 de marzo.
El
tema de la normalización del volumen de activos que el banco central
mantiene en su balance general ha sido muy debatido. El banco central
cuenta con bonos por unos 4 billones de dólares que acumuló tras la
crisis financiera mundial de 2008 para sostener a la economía.
La
Fed ha ido desprendiéndose de esos activos a razón de unos 50.000
millones de dólares por mes pero los inversores consideran que ese ritmo
es muy lento y tiende a encarecer el costo de los créditos.
En
su comunicado de enero, la Fed indicó que "estaría preparada para
utilizar una amplia gama de herramientas; incluyendo alterar el tamaño y
composición de su hoja de balance si las futuras condiciones económicas
aseguran una política monetaria más acomodaticia".
El
presidente de la Fed, Jerome Powell, subrayó que la meta del banco
central es reducir esos activos sin "una innecesaria turbulencia en los
mercados".
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