Se acabó la paciencia política de la UE con los abusos dictatoriales
del régimen chavista venezolano.
No más de 7 días para que Nicolás
Maduro ponga las urnas y el pueblo de Venezuela decida sobre su futuro.
Si la presión europea basta, los los votos abrirán los puentes con
Colombia y cuantos sean menester para que la ayuda médica, farmacológica
y alimentaria enviada por Estados Unidos, llegue a su destino y, de tal
modo, se evite la implosión sanitaria generada por la catástrofe
política, económica y social en que había desembocado el régimen
chavista, luego del golpe de Estado impuesto por el actual dirigente del
sistema bolivariano, tras de su caída del poder en las últimas
lecciones libres habidas en el país.
En términos de continuidad, conforme a Derecho, Juan Guadó, más que
presidente Interino de Venezuela,expresa y representa antes legitimidad
democrática que aquella que se irroga Nicolás Maduro, luego de violar el
mandato constitucional de convocar un referéndum revocatorio de su
mandato, dada la magnitud de la derrota sufrida en aquellas elecciones.
Y
no sólo por eso violó Maduro la legalidad constitucional venezolana; lo
hizo también al reemplazar la Asamblea Nacional, de la que le habían
expulsado las urnas por las competencias de una Cámara nueva, de tipo
constituyente, donde se asentó, en un régimen de autopoder absoluto.
¿Cómo tamaña burrada totalitaria, de tan cumplidas magnitudes, no iba a
merecer adhesión han expresa como la manifestada por la Rusia de Putin y
la versión actual de la China refundda y refundida por Mao, a la
emplazada dictadura de Maduro, inconcebible sin los cursos tomados por
su presente gestor en los Talleres Revolucionarios de La Habana?
(*) Periodista y abogado español
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