BRUSELAS.- Es
poco probable que la Unión Europea ofrezca concesiones al Reino Unido
sobre su acuerdo para el brexit hasta justo antes de que el Parlamento
británico vote sobre él, lo que desatará un frenético período de dos
semanas que culminará con una importante cumbre de líderes.
Eso
es lo que proyectan diplomáticos de la UE mientras el bloque comienza a
esbozar de forma preventiva la coreografía que realizará a mediados de
marzo. Eso ya estaba sucediendo, incluso antes de que la primera
ministra Theresa May ofreciera al Parlamento un posible aplazamiento.
De
acuerdo con el plan de la UE, se obtendrá prueba de que May puede
conseguir una mayoría clara en la Cámara de los Comunes para el acuerdo,
o una forma alternativa de avanzar, antes de que los 27 líderes
restantes se reúnan para darle su bendición.
La
institución supranacional teme que la cumbre se convierta en una sesión
de negociaciones de alto nivel y se muestra renuente a que los líderes
firmen algo solo para que el Parlamento británico lo vuelva a rechazar.
Ambas
partes trabajan para encontrar un lenguaje legal apropiado para que el
fiscal general británico, Geoffrey Cox, pueda afirmar que el acuerdo de
"backstop", destinado a mantener la frontera irlandesa libre de
infraestructura sin importar lo que suceda a futuro, no puede atrapar al
Reino Unido de forma permanente.
Funcionarios
de la UE precisan que si bien descartan cualquier mecanismo de salida o
fecha de vencimiento unilateral, pueden comprometerse a buscar en el
futuro acuerdos alternativos que contemplen el uso de tecnología para
controlar el flujo de mercancías, puedan establecer períodos de revisión
y enfatizar que no se aspira a que el tratado sea permanente.
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