LONDRES.- La primera ministra británica, Theresa May, viajará a Bruselas mañana miércoles para mantener más conversaciones con responsables de la Unión
Europea, como parte de un nuevo intento por lograr la aprobación del
Parlamento británico a su acuerdo del Brexit.
May hará un último intento a modo de salvar su acuerdo para el brexit y evitar que el Parlamento tome el control del divorcio del Reino Unido de la Unión Europea.
May hará un último intento a modo de salvar su acuerdo para el brexit y evitar que el Parlamento tome el control del divorcio del Reino Unido de la Unión Europea.
El
gobierno británico ve la reunión en Bruselas de May con
Juncker, como una
oportunidad crucial para obtener cambios vinculantes desde el punto de
vista legal acerca de la salvaguarda de frontera irlandesa, que ha
demostrado ser el mayor obstáculo para conseguir un acuerdo.
No
obstante, funcionarios de la UE minimizan las perspectivas de un avance
inminente al señalar que la reunión es solo una escala hacia la
reanudación de las negociaciones.
"No
hay suficiente movimiento para que pueda esperar que esto sea una
discusión con un resultado concreto", afirmó Juncker en una conferencia
de prensa en Stuttgart, Alemania. En un panel de discusión posterior,
expresó su frustración por el estado de las tratativas. "Estoy perdiendo
el tiempo con este brexit", disparó.
Si
las conversaciones de esta semana van según lo planificado, May espera
someter un nuevo acuerdo sobre el brexit a una votación vinculante en el
Parlamento antes del 27 de febrero, detalló un funcionario del Reino
Unido.
Esa es la fecha en que los miembros del Parlamento que se oponen a
que Gran Bretaña deje el bloque sin un pacto tendrán la oportunidad de
hacerse cargo del proceso.
La
primera ministra ha hablado con 25 de los otros 27 líderes de la UE en
las últimas semanas mientras busca las concesiones que necesita para
imponerse en el Parlamento.
El fiscal general, Geoffrey Cox, y el
secretario para el brexit, Steve Barclay, también estarán en Bruselas el
miércoles para participar de charlas técnicas sobre el denominado
’backstop’.
Su
objetivo es asegurar una redacción vinculante en términos legales que
asegure a los parlamentarios británicos que el Reino Unido no se quedará
atascado en el tema de la salvaguarda, y por lo tanto vinculado a las
normas de la UE, de manera indefinida. May todavía trata de convencer al
bloque para que reabra el acuerdo de retiro a fin de lograr eso,
declaró su portavoz.
Jacob
Rees-Mogg, quien encabeza el órgano conservador probrexit del
Parlamento conocido como European Research Group, emitió el martes un
recordatorio oportuno sobre el obstáculo que debe sortear May.
"Si no
está en el acuerdo de retiro serán palabras al viento", manifestó.
Sin
embargo, el problema para la mandataria es que la UE ha dicho
reiteradamente que no renegociará el acuerdo de salida, postura que
reafirmó el martes. En su lugar, podría ofrecer un anexo al texto
actual, que podría ser vinculante en materia legal.
Las reuniones
entre responsables de la UE y Reino Unido en los últimos días no
han producido avances después de que el Parlamento de Londres votase en
contra del acuerdo que May alcanzó con Bruselas en noviembre.
El
principal escollo es la denominada salvaguarda, un mecanismo de
seguridad para evitar la vuelta a una frontera física entre Irlanda, que
es miembro de la UE, y la provincia británica de Irlanda del Norte.
“Los
27 de la UE no reabrirán el acuerdo de retirada, no podemos aceptar un
límite temporal a la salvaguarda o una cláusula de salida unilateral”,
dijo Margaritis Schinas, portavoz del brazo ejecutivo de la UE, la
Comisión Europea.
“Esta semana se mantendrán más conversaciones
para ver si se puede encontrar un camino que tenga el mayor apoyo
posible en el Parlamento británico y respete las líneas maestras del
acuerdo con el Consejo Europeo”, dijo en conferencia de prensa.
“Estamos
escuchando y trabajando con el Gobierno británico para ver cómo podemos
trabajar para una retirada ordenada de Reino Unido de la UE el 29 de
marzo”, dijo.
El
ministro británico del Brexit, Stephen Barclay, también estará en
Bruselas esta semana para hablar con el negociador del bloque para el
Brexit, Michel Barnier.
La UE dice que la salvaguarda es esencial para la paz y la prosperidad en la isla de Irlanda.
Pero
existe una férrea oposición en Londres, donde los críticos
euroescépticos temen que pueda atrapar al país en las normas de la UE
indefinidamente, menoscabando la promesa del Brexit de perseguir una
política comercial global independiente.
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