martes, 19 de febrero de 2019

Los campos de soja de Brasil mantienen rendimiento pese a la sequía

SAO PAULO.- Los campos de Mato Grosso de Brasil, el estado productor de soja más grande del país, han estado plagados de sequedad y calor sofocante esta temporada. Eso suele ser la receta para rendimientos desastrosos. No obstante, gracias a una mejor tecnología de cultivos, los agricultores de todos modos podrían terminar con una cosecha récord.

Tomemos el caso de Alexandre Di Domenico, que cultiva soja en unas 16.000 hectáreas en la parte noreste de Mato Grosso. Está viendo evidencia de que sus rendimientos aumentarán un 10 por ciento este año a un promedio de 3.600 kilogramos por hectárea (53,5 bushels por acre). Eso es incluso después de que sus campos se enfrentaran a 20 días sin casi nada de lluvia entre diciembre y enero.
"Estamos en un lugar diferente al de hace unos años", señaló Domenico en una entrevista durante una reunión de agricultores en el municipio de Querencia. El aumento en el uso de aditivos de calcio ha aumentado el potencial de cultivo en el área, comentó. "Los agricultores han provenido de una serie de buenos años y han invertido mucho en mejorar el suelo", indicó.
Los rendimientos de los cultivos mundiales se han disparado en los últimos años gracias a los avances en tecnología de semillas, pesticidas, herbicidas y otros insumos. El auge de las cosechas mundiales ha ayudado a mantener la inflación de los alimentos relativamente moderada, incluso cuando el cambio climático ha incrementado los riesgos de la sequía, el calor y las tormentas. 
En Brasil, las abundantes cosechas en las últimas temporadas también han ayudado a aumentar las ganancias de los agricultores, permitiéndoles invertir más en sus campos.
Itamar Dagnese, que cultiva soja en unas 2.300 hectáreas en Canarana, está cosechando un promedio de 3.900 kilogramos por hectárea este año. Si bien eso es un 15 por ciento más que el promedio más alto de la nación, alcanzado el año pasado, Dagnese no está completamente feliz.
"Podríamos obtener 4.200 kilogramos si no fuera por la sequía. Nos estamos volviendo más productivos, pero los costos también están aumentando", indicó Dagnese.
Sin embargo, el mal clima podría dañar algunos campos más que otros, especialmente en los casos en que los agricultores siembran cultivos con ciclos de crecimiento más cortos. Según Andre Debastiani, analista de Agroconsult, puede que los rendimientos promedio en el estado sean inferiores en un 2 por ciento a los del año pasado.
Debastiani, junto con otros analistas y agrónomos, recorrieron campos en la parte oriental del estado la semana pasada en un recorrido de cultivos para medir el potencial de rendimiento. Si bien anticipa que los rendimientos caerán ligeramente, eso debería ser compensado con creces por un aumento en el área sembrada, dijo, pronosticando la producción en 33 millones de toneladas métricas, frente a los 32,3 millones del año pasado.
"Los agricultores han invertido en sus campos y los suelos están mostrando una creciente resistencia a las condiciones estresantes", indicó Debastiani durante la gira de cultivos. 
Aun cuando los cultivos en los estados de Paraná y Mato Grosso do Sul se vieron más afectados por el calor, la producción nacional todavía podría ser de aproximadamente 115 millones de toneladas, la segunda más grande de la historia, comentó.
"A pesar de los problemas, esta seguirá siendo una gran cosecha", puntualizó.

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