LONDRES.- Los diputados británicos
aceptaron este miércoles darle más tiempo a la primera ministra, Theresa
May, para trabajar en su plan de salida de la Unión Europea, después de
que prometiera que aplazará la fecha del Brexit si es necesario, aunque
los líderes europeos advirtieron que cualquier aplazamiento conllevaría
condiciones.
Según este plan presentado la víspera, la primera
ministra británica someterá de nuevo a la votación del parlamento, el 12
de marzo a más tardar, el acuerdo de divorcio que cierre con Bruselas,
con las concesiones que haya podido negociar. Este acuerdo fue rechazado
de forma masiva a mediados de enero.
Si los diputados los rechazan de nuevo, el 13 de marzo les
preguntará si quieren salir de la UE sin acuerdo. Si también rechazan
esto, el 14 de marzo les presentará una proposición de aplazamiento
"limitado" del Brexit, una idea a la que se había opuesto hasta la
fecha.
Los diputados votaron una enmienda del conservador Oliver
Letwin y de la laborista Yvette Cooper para fijar la propuesta de la
primera ministra de aplazar el Brexit, reclamando "las medidas legales
necesarias para modificar la fecha de salida" de la UE, por 502 votos
contra 20.
Cuando faltan 30 días para el Brexit, el plan de
Theresa May, que intenta desde hace semanas obtener las "garantías"
necesarias de la UE para despejar los temores de Westminster sobre el
acuerdo, se articula en tres etapas y varias opciones.
Ante las
amenazas de dimisiones dentro de su propio gabinete por la posibilidad
de una salida sin acuerdo, Theresa May dio su brazo a torcer sobre una
prórroga limitada, que los europeos verían con buenos ojos siempre y
cuando tenga un objetivo definido.
Por su parte, los líderes
europeos afirmaron estar dispuestos a hacer concesiones siempre y cuando
se aseguren avances para salir de la situación actual de estancamiento.
El aplazamiento debe tener "una perspectiva cierta de
resolución. Prolongar la incertidumbre postergando plazos no es una
alternativa razonable ni tampoco deseable", advirtió este miércoles el
presidente del gobierno español, Pedro Sánchez
"No necesitamos más
tiempo: lo que la mayoría de nosotros necesita es una decisión", avisó
el presidente francés, Emmanuel Macron, tras un encuentro con la
canciller alemana, Angela Merkel, en París.
"Si Reino Unido necesita más tiempo, entonces claramente, no se lo negaríamos", añadió Merkel, sin precisar condiciones.
La posibilidad de una prórroga provocó el enfado de los conservadores partidarios de una clara ruptura con la UE.
El
diputado Jacob Rees-Mogg vio en esto un "complot" para detener el
Brexit. "Si no hay mayoría para el acuerdo de la primera ministra [...],
estaremos en la misma situación" tras un aplazamiento, señaló el
miércoles en la BBC.
Algunos diputados conservadores euroescépticos al parecer se abstuvieron o se rebelaron el miércoles durante la votación.
Pero,
en un inusual momento de unidad, los diputados aprobaron una enmienda
para proteger los derechos de los 3,6 millones de europeos que residen
en suelo británico, y de los más de un millón de británicos que viven en
países de la Unión Europea.
La enmienda apela al gobierno a
proteger los derechos de esos migrantes británicos, incluso en una
situación de salida sin acuerdo.
May ya había dicho que
protegería los derechos de los europeos residentes en Reino Unido, pero
uno de sus ministros aceptó ahora escribir a las instituciones europeas
para pedir un enfoque conjunto al respecto.
Por otro lado, los
diputados rechazaron por 323 votos frente a 240 una enmienda presentada
por Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista, principal partido de la
oposición, para mantener al país dentro de una unión aduanera con la UE
tras el Brexit.
El líder laborista se había abstenido hasta ahora
de proponer un referéndum sobre el mismo tema, consciente de que la
idea divide también a su partido, aunque esta semana abrió la puerta a
la posibilidad de apoyar una segunda votación.
El nuevo plan de Theresa May obtuvo el
apoyo de los miembros del Partido Conservador, asustados por la
hipótesis de una salida sin acuerdo, especialmente temida por el sector
económico.
En un anuncio publicado
el martes, el gobierno recordó que, sin acuerdo, el crecimiento de la
economía británica sería de 6,3% a 9% inferior a su nivel de desarrollo
durante quince años en caso de mantenimiento en la UE.
Igualmente
advirtió de las consecuencias de posibles perturbaciones del tráfico en
el Canal de la Mancha, especialmente el riesgo de "escasez" de algunos
productos alimentarios como las frutas y las verduras frescas.
El ministro encargado del Brexit, Stephen Barclay, señaló
en cambio en la BBC que el escenario de un Brexit sin acuerdo "sigue
sobre la mesa. El parlamento deberá decidir".
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