CARACAS.- La oposición de Venezuela protestaba el martes para exigir el ingreso al
país de ayuda humanitaria, aumentando la presión en las calles contra
el presidente Nicolás Maduro, quien convocó a sus seguidores a rechazar
la intromisión de Estados Unidos en asuntos internos.
La nación de la OPEP, marcada por cinco años de recesión e
hiperinflación, vive su más reciente crisis desde que la Asamblea
Nacional, bajo control opositor, declaró a Maduro “usurpador” del cargo
por ser elegido el año pasado en comicios calificados de fraudulentos
por sus críticos y parte de la comunidad internacional.
El líder
de la oposición Juan Guaidó, jefe del parlamento y quien se autoproclamó
presidente interino, llamó a marchar en distintas partes del país para
exigir al gobierno que permita el ingreso de donaciones internacionales
almacenadas en las últimas semanas en la fronteriza ciudad colombiana de
Cúcuta.
“Estoy seguro que estamos muy cerca de conquistar
nuestra libertad (...) la dictadura está débil, acorralada, contra las
cuerdas y como se dice en el boxeo, cuando está contra las cuerdas hay
que noquear”, dijo David Smolansky, líder opositor en el exilio, en un
mensaje divulgado en una pantalla gigante colocada en la tarima de la
manifestación opositora en Caracas.
Ondeando banderas de
Venezuela y con pancartas con consignas como “No más dictadura” y gritos
de apoyo a Guaidó, miles de adversarios de Maduro se congregaban,
mientras esperaban la presencia del líder opositor de 35 años.
“Guaidó
despertó y ayudó a unir la gente. La gente volvió a agarrar esperanza y
la ilusión de que esto se puede cambiar”, dijo Cecilia Navarrete de 50
años, quien lucía una bandana con la bandera venezolana.
Guaidó,
quien es reconocido por varios países de Occidente como presidente
interino, mantiene su llamado al sector castrense para lograr una
transición y nuevas elecciones.
El lunes, la Contraloría
venezolana anunció una auditoría a Guaidó por presuntamente recibir
dinero de entes internacionales sin justificación, lo que el opositor
dijo que no lo intimida.
Las manifestaciones se repetían en otros
puntos del país, como en la fronteriza Ureña, donde cientos de personas
acudieron al llamado a marchar, así como en el suroriental estado
Bolívar.
“Venezuela es actualmente la peor película de terror,
una pesadilla, una escena de sangre y sólo queremos que se acabe porque
necesitamos vivir”, afirmó Sofía Bastardo, una enfermera de 42 años en
Puerto Ordaz, el sur venezolano.
El gobierno de Maduro, quien
cuenta con el respaldo de potencias como Rusia y China, asegura que
Guaidó es un “títere” de Estados Unidos que busca derrocarlo para
apoderarse de la riqueza petrolera y que la ayuda humanitaria no es más
que un show que busca ocultar la injerencia de Washington.
“Defenderemos la Patria de las pretensiones imperiales de vulnerar nuestra Soberanía”, escribió Maduro en Twitter.
Vestidos
con sus habituales camisetas y gorras rojas, junto con pancartas de
“Defendiendo la patria”, partidarios del oficialismo también se
concentraban en el centro de la capital para marchar hacia la Plaza
Bolívar de Caracas, donde culminaría la manifestación con la presencia
de Maduro.
“Estoy en defensa de la democracia y en contra del
golpe de Estado, pero por encima de todo estoy aquí para defender la paz
a la que tenemos derecho los venezolanos”, dijo Julián Conrado de 62
años.
“Estamos amenazados de guerra civil, como de la invasión
de Estados Unidos”, agregó el artesano que portaba lentes dibujados con
los ojos del difunto presidente Hugo Chávez.
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