BRASILIA.- El
gobierno brasileño reveló el jueves los primeros lineamientos de una
reforma de las jubilaciones en la que el flamante presidente Jair
Bolsonaro se juega gran parte de su credibilidad, en un momento de
fuertes tensiones en el seno de la alianza ultraconservadora que lo
llevó al poder.
La
crisis política se aceleró cuando el presidente de la Cámara de
Diputados, Rodrigo Maia, cuestionó la capacidad de "liderazgo" del
mandatario ultraderechista, un exmilitar.
Bolsonaro,
que el miércoles fue dado de alta después de 17 días hospitalizado por
una operación abdominal, se reunió en Brasilia con su superministro del
área económica, Paulo Guedes, y otros miembros del gobierno para
concretar, tras semanas de discusiones, la propuesta definitiva de
reforma de las jubilaciones que será presentada al Congreso el próximo
20 de febrero.
A
la salida, el Secretario de Pensiones del ministerio de Economía,
Rogério Marinho, explicó que el mandatario optó por una edad mínima de
62 años para las mujeres y de 65 para las hombres, con un período de
transición de 12 años. Una propuesta algo más blanda que la de Guedes,
según dijo, que quería imponer una edad mínima de 65 años para todos y
una transición de 10 años.
Ningún
otro detalle, como el de los años de cotizaciones necesarios para
obtener un beneficio de pensión parcial o total, ha sido revelado.
La
Bolsa de Sao Paulo, que había operado con altibajos durante la sesión,
repuntó en la última hora tras el anuncio y cerró con una ganancia de
2,27%. El real también ganó terreno frente al dólar.
Guedes
dijo la semana pasada que esperaba que la reforma, reclamada desde hace
años por los inversores para sanear las deficitarias cuentas públicas,
permitiese ahorrar un billón de reales en una década (unos 270.000
millones de dólares).
Marinho
dijo que el gobierno tiene la expectativa de el Congreso apruebe "e
breve" el proyecto que le será presentado la semana próxima
"Me
gustaría no hacer ninguna reforma de las jubilaciones, pero estamos
obligados a hacerla, porque, en caso contrario, Brasil quebrará en 2022 o
2023", afirmó Bolsonaro el miércoles.
Actualmente,
hay dos modalidades de jubilación en Brasil -con distintos rangos de
beneficios- que se calculan según los años cotizados o por una
combinación de años cotizados con la edad del trabajador.
Las
principales cajas de jubilación -para el sector privado y para
funcionarios públicos- acumularon en 2018 un déficit de 292.000 millones
de reales (79.940 millones de dólares, al cambio promedio de ese año),
equivalentes al 4,25% del PIB. En 2011, representaba el 2,1% del PIB.
Bolsonaro
dispone en principio de una mayoría constituida por las bancadas de
varios partidos para aprobar esta reforma constitucional, que requiere
una mayoría de tres quintos de los escaños tanto en la Cámara de
Diputados como en el Senado.
Pero
el impulso con el que el mandatario llegó al poder el 1 de enero se vio
comprometido en las últimas semanas por disensos y denuncias de
corruptelas.
El
último frente se le abrió esta semana cuando su ministro de la
Secretaría General de la Presidencia, Gustavo Bebianno, fue involucrado
en un supuesto esquema de lanzar candidatos poco conocidos del Partido
Social Liberal (PSL, el partido de Bolsonaro) con el único fin de
recibir fondos electorales.
Bebianno,
que como presidente del PSL fue uno de los principales articuladores de
la campaña de Bolsonaro, intentó minimizar la crisis y afirmó que había
conversado varias veces con el presidente antes de que este saliera del
hospital de Sao Paulo donde se le retiró la bolsa de colostomía que
cargaba desde el atentado con puñal que sufrió en septiembre pasado.
Pero
Carlos Bolsonaro, uno de los tres hijos del presidente dedicado a la
política (es concejal de Rio de Janeiro), divulgó el miércoles una
grabación en la que aparentemente su padre se niega a hablar con
Bebianno. Y luego desmintió en un tuit la existencia de esos contactos.
El propio Bolsonaro le dio poco después la razón, afirmando que Bebianno
"miente".
El
presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, afirmó este jueves
que el mandatario está utilizando a su familia en lugar de "liderar una
solución" a esta crisis.
"Cualquier
presidente de partido podría pasar por eso. Transformarlo en una crisis
dentro del Palacio de Planalto, me parece un riesgo muy grande para un
gobierno que precisa mostrar liderazgo, unidad, porque tendrá desafíos
importantes, empezando por la reforma de las jubilaciones", dijo Maia al
canal GloboNews.
Al
ser cuestionado sobre si esas situaciones podrían dificultar la
aprobación de la reforma de las jubilaciones, Marinho respondió:
"Estamos trabajando para las Jubilaciones y Brasil no puede parar".
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