sábado, 16 de febrero de 2019

China podría pagar caro ganar la carrera del 5G

HONG KONG.- China podría pagar caro ganar la carrera del 5G. El Secretario de Estado de EEUU está en Europa presionando a los políticos para que dejen de utilizar tecnología de redes de Huawei. Pekín está gastando cientos de miles de millones para sacar ventaja en la próxima generación de telecomunicaciones, con el fin de beneficiar a sus grandes empresas. Pero si hay obstáculos a las exportaciones, la factura para China podría resultar muy elevada. 

El secretario de Estado Mike Pompeo está advirtiendo a los aliados sobre Huawei en un viaje a Europa central esta semana. Es la última salva contra una empresa que ha suscitado preguntas sobre seguridad desde Tokio a Praga. Envidia, dicen algunos.
La República Popular de China está por delante de Estados Unidos en lo que respecta a la tecnología 5G según algunas comparativas. 
El país ha gastado 24.000 millones de dólares más que las firmas estadounidenses en infraestructura de comunicaciones inalámbricas desde 2015 y planea invertir alrededor de 400.000 millones de dólares en el 5G en los próximos años, según Deloitte
El país ha erigido tres veces más torres inalámbricas por persona que Estados Unidos.
La superioridad en el mercado nacional podría allanar el camino para que China establezca estándares a nivel mundial, permitiendo que las compañías chinas desarrollen patentes y aplicaciones basadas en una tecnología diseñada para conectar dispositivos a velocidades ultrarrápidas. 
Sin embargo, la apuesta es más arriesgada de lo que muestran las impresionantes cifras de inversión.
Los grupos de telecomunicaciones en la mayoría de los países aún no han invertido abundantemente en el 5G por buenas razones, una de las cuales es que hay pocas vías rápidas para recuperar los costes iniciales. 
Pero la estrategia de Pekín abarca a toda la industria: incluso si los proveedores estatales de servicios como China Mobile no obtienen muchas ganancias de la implementación, las compañías tecnológicas sí podrían hacerlo. 
Los fabricantes de equipos Huawei y ZTE, que según Credit Suisse tendrían entre las dos una cuota del 25 al 30 por ciento en los mercados externos, se beneficiarán de inmediato vendiendo equipos a operadores extranjeros. Los consumidores también podrían beneficiarse, ya que por lo general se considera que la tecnología china 5G ofrece una buena relación calidad-precio.
Washington está tratando de cortar estas líneas de ingresos. Si funciona, las autoridades chinas podrían tener que depender de los operadores locales para invertir más en las redes domésticas y compensar la diferencia. Supondría un fracaso colosal de planificación industrial, y dejaría el coste en el mercado nacional. También sería un mal augurio para el rendimiento de las inversiones en aplicaciones y servicios relacionados. Tras haber ganado la batalla de la inversión, para China sería duro perder la guerra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario