PEKÍN.- La tercera ronda de negociaciones
entre China y Estados Unidos para poner fin a la guerra comercial
comenzó hoy en Pekín, donde ambos equipos tratarán de acercar posturas
antes de que acabe el plazo, el próximo 1 de marzo, para evitar un
recrudecimiento de la disputa arancelaria.
La agencia
oficial de noticias china Xinhua confirmó el inicio de "una nueva ronda
de consultas económicas y comerciales de alto nivel el jueves por la
mañana" en una "ceremonia" presidida por el vice primer ministro chino
Liu He por la parte china y por el representante de Comercio Exterior,
Robert Lighthizer, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, por la
estadounidense.
La escueta nota tan solo agrega que las reuniones se extenderán hasta mañana, dato que ya se conocía.
Entre el lunes y el miércoles se celebraron varios encuentros de preparación entre miembros de las delegaciones.
Los
analistas creen que no es probable que ambas partes alcancen un acuerdo
definitivo en esta tercera ronda debido a las exigencias de Washington.
Los
principales problemas planteados por el Gobierno estadounidense son la
protección de la propiedad intelectual, la transferencia forzada de
tecnología, los subsidios de Pekín a las compañías locales que generan
desigualdades con las empresas foráneas, los robos cibernéticos, los
controles cambiarios o el acceso al mercado del gigante asiático.
De
todas formas, en un despacho anterior, Xinhua afirmó que la última
ronda de negociaciones -celebrada en Washington a finales de enero-
produjo "avances importantes".
Aunque este lunes el
subsecretario de Asuntos Internacionales del Tesoro y nominado
estadounidense a presidir el Banco Mundial, David Malpass, respondió
"no" al ser preguntado por periodistas sobre si se ampliaría el plazo
para conseguir un acuerdo, al día siguiente el presidente de su país,
Donald Trump, abrió la puerta a esta posibilidad.
"Si
llegamos a un punto en el que estamos cerca de un acuerdo real y podemos
lograrlo, veo posible que deje pasar (la fecha límite) durante un poco
más. Pero en general no me inclino" a hacerlo, dijo el dirigente
norteamericano.
Trump y su homólogo chino, Xi Jinping,
acordaron una tregua comercial de 90 días el pasado 1 de diciembre, lo
que significó la suspensión provisional de la subida del 10 % al 25 % de
los aranceles estadounidenses a productos chinos valorados en 200.000
millones de dólares.
Pese a que el líder
estadounidense descartó encontrarse con Xi antes del 1 de marzo si no
hay un acuerdo definitivo, el diario hongkonés South China Morning Post
especula con la posibilidad de que ambos líderes se reúnan en la isla de
Hainan (sur de China), en Pekín o en Palm Beach (Florida) en las
próximas semanas.
Ese mismo medio también adelantó que
el líder chino se reunirá este viernes con Lighthizer y Mnuchin en lo
que califica de "señal de buena voluntad".
Desde el 1
de diciembre, Pekín ha adoptado medidas de buena voluntad como la bajada
de aranceles a los vehículos importados de EEUU, la reanudación de la
compra de soja de ese país o la presentación de un proyecto de ley para
prohibir la transferencia forzada de tecnología.
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