ASUNCIÓN.- El Banco Mundial planteó este martes
una transición de Paraguay hacía un modelo económico y social más
sostenible que supere la desatención del capital humano, durante la
presentación de su Diagnóstico Sistemático del país suramericano en el
que estudia los avances de esa nación en los últimos años.
El
actual modelo económico paraguayo se sustenta en una sobreexplotación
de su capital natural y en esa desatención del capital humano, ya sea
por su limitada formación o por la alta tasa de informalidad, dos
factores, entre otros, que para el Banco Mundial lastran el avance del
país.
No obstante, la institución también observó, en un acto
en un hotel en Asunción, que en la última década Paraguay consiguió
logros importantes, como la reducción de la pobreza, el aumento de la
clase media y un crecimiento económico en torno al 4,7 %.
Unos
datos con los que el Banco Mundial cuenta como base para proponer
cambios en el modelo económico, enfocados a invertir en capital humano,
preservar el capital natural, fortalecer las instituciones y mejorar la
calidad de los servicios públicos.
El director del
Banco Mundial para Argentina, Paraguay y Uruguay, Jesko Hentschel,
reconoció hoy durante la presentación del documento esos avances, pero
señaló también los desafíos que se presentan ante la transición de
modelo.
"Para nosotros es importante que el modelo de
Paraguay evolucione hacia la sustentabilidad. En nuestra opinión, hay
sobreexplotación del capital natural, de los bosques, de la tierra (...)
Hay que utilizar un bono demográfico bastante alto, que va a estar más
chiquito en los próximos años, y tener un cambio de este modelo a un
modelo de crecimiento que utiliza otros factores, especialmente el
capital humano", explicó Hentschel.
De ahí que
insistiera también en la necesidad de una reforma educativa que eleve el
nivel de la educación en Paraguay, ya que de los 11 años de media que
dura la educación en el país, solo se consideran efectivos siete, con
una brecha de 4 puntos.
Además enfatizó que el país
debe luchar contra la informalidad en los empleos, ya que "la economía
subterránea de Paraguay, como porcentaje del Producto Interior Bruto
(PIB) es del 40 % y no cambió tanto en los últimos años".
Para
el Banco Mundial existen en la actualidad tres factores que están
frenando ese desarrollo y cambio de modelo en el país: la concentración
de poder y tierras, la ya citada informalidad y la ineficiencia de los
servicios públicos, como dijo Hentschel en su intervención.
También
subrayó que, como otro de los pilares de cambio, las instituciones
públicas deben promover la transparencia, fomentar una participación
ciudadana real, mejorar las políticas anticorrupción, crear un clima
favorable para los negocios y ofrecer seguridad jurídica.
El
Banco Mundial espera que estas modificaciones se produzcan a lo largo
de los próximos cinco años, un periodo en el que estará cooperando con
Paraguay con análisis y estudios técnicos y una financiación de unos
1.000 millones de dólares.
La representante residente
del Banco Mundial en Paraguay, Celia Ortega, añadió que este documento
es la base de discusión con el Gobierno paraguayo para diseñar el marco
de cooperación del próximo lustro.
Ortega subrayó que
en los últimos años Paraguay ha "cambiado mucho" y ha logrado "una
estabilidad macroeconómica envidiable", aunque todavía hay que seguir
avanzando para transformar las políticas "en empleos, en trabajo y en
realidad para los paraguayos".
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