LISBOA.- El Banco Europeo de Inversiones (BEI) concedió a Portugal en
2018 una financiación que ascendió a 1.979 millones de euros, 73
millones más que el año anterior, y que, explicaron hoy responsables de
la entidad en Lisboa, se centraron especialmente en proyectos de acción
por el clima.
"Fue un año positivo y particularmente importante
para nuestra actividad en Portugal, uno de los pocos países en los que
la financiación crece", sostuvo en rueda de prensa en Lisboa la
vicepresidenta del BEI, Emma Navarro.
En la presentación del
balance anual en el país, Navarro destacó que Portugal es el tercer país
de la Unión Europea (UE) que más inversión recibió del BEI en 2018 en
porcentaje del PIB.
Las partidas del BEI del año pasado fueron equivalentes al 1 % del PIB luso, una dimensión solo superada por Grecia y Estonia.
El
top 5 de países que más reciben del banco europeo en porcentaje del PIB
se completa con España, en cuarto lugar, y Lituania, en quinta
posición.
Los 1.979 millones de euros que Portugal obtuvo en 2018
"permitieron la implementación de 26 proyectos y operaciones en el país"
que repercutieron en diversas áreas, desde las pequeñas y medianas
empresas (PME) para dinamizar la economía, hasta la modernización de
infraestructuras, acción climática e innovación.
La mayor cantidad
fue a parar a las PME, hasta 457 millones que fueron atribuidos por el
Fondo Europeo de Inversión (FEI), la filial del Grupo BEI volcada en el
apoyo a estas empresas, que obtienen así créditos en condiciones más
ventajosas.
En total, en Portugal hay 3.950 PME beneficiarias, que
se traducen en la preservación de "más de 153.000 puestos de trabajo",
según la entidad; en promedio, los préstamos del BEI a las PME lusas
rondan los 216.000 euros.
La segunda mayor partida de la
financiación el BEI ha ido a parar a proyectos de acción climática,
resaltados especialmente por Navarro durante su presentación.
"Es
una prioridad para el BEI", afirmó la vicepresidenta, que confió en que
durante este año seguirá contando con especial énfasis.
A estos
proyectos se destinaron en 2018 en Portugal 503 millones de euros,
especialmente dedicados a la "utilización de energías renovables y que
promueven la implementación de procesos productivos más sostenibles y
eficientes en términos energéticos".
"Seguiremos poniendo el foco en la acción climática", prometió Navarro.
Preguntada
sobre la posible repercusión que tendría en el BEI una desaceleración
de la economía europea, la vicepresidenta subrayó que el objetivo de la
entidad es atender las "brechas estructurales" presentes en los
diferentes países, y que en ellas seguirán trabajando.
El BEI
comenzó a conceder financiación a Portugal en 1976, una década antes de
su adhesión a la entonces Comunidad Económica Europea.
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