miércoles, 27 de febrero de 2019

La Declaración de Emergencia es una tapadera / Guillermo Herrera *

El Presidente Trump, anunció el pasado viernes 15 de febrero la declaración del estado emergencia nacional en Estados Unidos con la excusa de financiar el muro fronterizo con México, con el fin de evitar una invasión de traficantes, drogas y criminales en la frontera, lo cual le va a permitir disponer de hasta ocho mil millones de dólares.

Para construir el muro aún necesitaría miles de millones en fondos, para lo cual recurrirá al Ejército. Y es que una ley de emergencia permite al presidente “ordenar proyectos de construcción militar” utilizando fondos del presupuesto militar, ya que los recursos vendrán del Departamento de Defensa.

Pero no personalicemos la responsabilidad en un sólo hombre, por muy importante que sea, porque detrás del señor Trump se oculta un Gobierno Militar compuesto de generales y almirantes patriotas, que es el verdadero poder fáctico en Estados Unidos a la hora de limpiar el pantano de la corrupción, porque son los militares, y no los policías, los que llevan a cabo las detenciones y los juicios contra los acusados de delitos de corrupción y abusos contra los derechos humanos, que no sólo amenazan la seguridad nacional de EE.UU. sino además la estabilidad mundial.

ESTADO PROFUNDO
Sin embargo, esta declaración de emergencia, al igual que el cierre de la Administración, es una tapadera, una estrategia perfectamente planificada para hacer una purga del Estado Profundo mediante la destitución de altos funcionarios que bloquean las reformas del Gobierno y con el fin de cumplir su promesa de “drenar el pantano de la corrupción”, ya que dicha declaración le otorga poderes especiales, y le permite tener acceso a partidas presupuestarias reservadas a situaciones imprevistas.

A partir de ahora podemos esperar muchas jubilaciones y detenciones inesperadas por parte de individuos acusados, que actualmente están haciendo acuerdos para escapar de la prisión. Las personas involucradas en los abusos más atroces contra los derechos humanos, como el tráfico de niños, serán expuestas y probadas públicamente.

GUERRA SILENCIOSA
La Orden Ejecutiva está siendo aplicada silenciosamente, porque el ejército de los EE.UU. quiere mantener gran parte de lo que está ocurriendo fuera del radar público. La razón principal para hacerlo es para minimizar la interrupción del sistema político de los Estados Unidos mientras se produce la transferencia de poder.

Una vez que se complete el proceso de transferencia, podemos esperar que se revelen públicamente algunas de las acusaciones selladas, y Trump declare públicamente la victoria en su esfuerzo por drenar el pantano de la corrupción.

REVELACIÓN
La Revelación es inevitable, pero es probable que se desarrolle a través de una serie de pasos graduales que culminen en cambios radicales en todo el planeta, a medida que se revelen tecnologías como la energía de punto cero, las energías libres, la propulsión antigravedad, la curación holográfica y las tecnologías contra el envejecimiento para lograr una regresión la edad, como ya se está haciendo con el NMN o la Nicotinamida Mononucleótida.

La revelación completa es esencial para que la humanidad haga una transición mundial desde un planeta dominado por sindicatos delictivos, hacia una sociedad planetaria pacífica, más informada, digna de convertirse en miembro de pleno derecho de una comunidad galáctica.

Esto se producirá tras suprimir la ocultación de la verdad y de la tecnología extraterrestre durante siete décadas, la existencia de una colonia alemana separatista en la Antártida y la existencia de múltiples programas espaciales secretos.

DECRETO EJECUTIVO
No es la primera vez. Algo muy profundo sucedió el 21 de diciembre con la aprobación del “Decreto Ejecutivo que Bloquea las Propiedades de las Personas Involucradas en el Abuso de los Derechos Humanos o la Corrupción” del Presidente Trump. La orden declaró un estado de emergencia nacional con respecto a los derechos humanos y la corrupción, y nombró a personas y organizaciones específicas, a las que congelarían sus cuentas bancarias y activos, sin importar en qué lugar del mundo se hubieran producido los abusos.

Se oculta a los traficantes de niños y otros abusos contra los derechos humanos, y se oculta el robo y mal uso de fondos gubernamentales. A cualquier extranjero que tenga activos en los EE.UU. y que haya hecho algo con el propósito de apoyar al pantano estadounidense se le incautarán esos bienes, y a cualquiera que viole algo de esta orden ejecutiva se le confiscarán sus activos.

LA ORDEN
El lenguaje de la Orden Ejecutiva es muy abierto en términos de cómo la corrupción internacional y los abusos contra los derechos humanos amenazan la seguridad nacional de EE.UU.:

La Orden considera que la prevalencia y la gravedad de los abusos contra los derechos humanos y la corrupción que tienen su origen, en su totalidad o en parte sustancial, fuera de los Estados Unidos, han alcanzado tal gravedad que amenazan la estabilidad de los sistemas políticos y económicos internacionales.

Estados Unidos busca imponer consecuencias tangibles y significativas a aquellos que cometen abusos graves contra los derechos humanos o incurren en corrupción, así como a proteger del abuso el sistema financiero de los Estados Unidos por estas mismas personas.

Por lo tanto, la Orden determina que los abusos graves contra los derechos humanos y la corrupción en todo el mundo constituyen una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de los Estados Unidos.

EMERGENCIA NACIONAL
La Ley de Emergencia Nacional contempla que el Congreso pueda anular la declaración, si ambas cámaras así lo votan, y si el Presidente no ejerce su derecho de veto. Pero con una mayoría clara en la Cámara de Representantes, los demócratas pueden aprobar esa resolución, pero el Senado está bajo el control de los republicanos.

La Ley Nacional de Emergencias habilita al presidente a declarar la emergencia nacional siempre que haya una razón específica para ello. Eso permite que a continuación se activen cientos de poderes de emergencia, latentes bajo otras leyes. Estos habilitan a la Casa Blanca a declarar la ley marcial, suspender libertades civiles, ampliar las Fuerzas Armadas, embargar propiedades y restringir el comercio, las comunicaciones y las transacciones financieras.

NO ES NUEVO
Más allá del ruido que ha generado la advertencia de Trump, un estado de emergencia no es nuevo en Estados Unidos ya que, todos los presidentes recientes utilizaron este tipo de ley, y actualmente hay más de dos docenas de estados de emergencia activos, renovados anualmente.

El expresidente George W. Bush la invocó después de los supuestos ataques de Al Qaeda del 11-S para ampliar las Fuerzas Armadas más allá del presupuesto.

También el presidente Barack Obama recurrió a ella para declarar la emergencia en 2009 por la supuesta amenaza de la gripe porcina. y les dio así mayores poderes a las autoridades y hospitales para actuar con rapidez ante el estallido del brote.



 (*) Periodista español

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