BRUSELAS.- La Unión Europea (UE) limitará un 30 %
las emisiones de CO2 de los camiones en 2030 respecto a los niveles de
2019, en virtud de un acuerdo entre la Comisión Europea, el Consejo y la
Eurocámara que fija también una senda intermedia de reducción del 15 %
en 2025.
Se trata de la primera vez que la UE fija
unas metas de reducción de los gases que afectan al cambio climático y
producen los vehículos pesados, a los que se atribuye el 22 % de las
emisiones registradas en las carreteras si bien sólo representan al 5 %
de los vehículos en circulación.
"Estamos completando el marco legal para alcanzar el
objetivo europeo de rebajar las emisiones de gases de efecto invernadero
al menos un 40 % en 2030", declaró hoy en un comunicado el comisario
europeo de Energía y Acción Climática, Miguel Arias Cañete, sobre un
pacto que contempla una revisión de los objetivos en 2022.
El acuerdo, alcanzado anoche, establece también un sistema de
"supercréditos" para recompensar a los fabricantes que apuesten por
tecnologías más innovadoras hasta 2025, fecha a partir de la cual se
establece un objetivo no vinculante de forma que los fabricantes con
ventas por encima del 2 % de camiones nuevos eléctricos y de hidrógeno
podrán flexibilizar sus objetivos de reducción de CO2.
Según el eurocomisario, "los nuevos objetivos e incentivos ayudarán a
abordar las emisiones, así como aportar un ahorro de combustible para
los operadores de transporte y un aire más limpio para todos los
europeos".
La barrera del 30 % se ajusta a la
posición inicial que defendían los Estados miembros de la UE, mientras
que el Parlamento aspiraba a fijar el nivel en un 35 % para 2030 con un
paso intermedio del 20 % en 2025.
"Para la industria
de la UE, esta es una oportunidad para abrazar la innovación hacia la
movilidad de cero emisiones y fortalecer aún más su liderazgo global en
vehículos limpios", agregó Arias Cañete.
La
Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), sin embargo,
consideró que los "objetivos son muy exigentes, especialmente para su
implementación, y el mercado objetivo aún se desconoce".
"Ahora solo podemos llamar a los Estados miembros para que
intensifiquen urgentemente sus esfuerzos para desplegar la
infraestructura necesaria para cargar y reabastecer de combustible los
camiones de potencia alternativa que deberán venderse en masa para
cumplir estos objetivos", declaró en un comunicado el secretario general
de ACEA, Erik Jonnaert.
Desde las asociaciones
ecologistas, en cambio, se mostraron más entusiastas con el acuerdo, que
creen ahorrará hasta 60.000 euros en combustible por camión en un
período de cinco años, si bien pidieron una revisión al alza de los
objetivos en 2022.
"Tras veinte años de muy pocos
progresos en la eficiencia del combustible, los fabricantes de camiones
tienen que empezar a ofrecer vehículos asequibles bajos en carbono",
señaló en un comunicado el responsable del ramo de la organización
Transport&Enviroment, Stef Cornelis, en el que señaló que esto "es
solo el principio" y reclamó "mayor ambición" en 2022.
La nueva legislación comunitaria busca cumplir con los objetivos
medioambientales adquiridos por la UE en virtud del Acuerdo de París de
2015 y llega después de que en diciembre los colegisladores de la Unión
decidieran fijar para 2030 un objetivo de reducción de CO2 del 37,5 %
para los coches nuevos y del 31 % para las furgonetas con respecto a
2021.
El acuerdo sobre camiones alcanzado ahora en
una negociación a tres bandas (trílogo) entre Comisión, Consejo y
Parlamento debe de ser aún aprobado formalmente tanto por el Parlamento
como por el Consejo.
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