LONDRES.-
Theresa May enfrenta muchos problemas en su esfuerzo por concretar un
acuerdo de divorcio con la Unión Europea, pero uno se cierne sobre todos
los demás: los conservadores a favor del brexit no confían en ella.
La
respuesta de la primera ministra es dejar las negociaciones en manos de
alguien a quien considera que creerán: Geoffrey Cox, el fiscal general
famoso por su retórica florida y su fuerte voz de barítono.
Cox,
de 58 años, un exitoso abogado por derecho propio, fue promovido el
pasado mes de julio para ser el funcionario judicial más alto del
gobierno desde una posición de oscuridad política. Ahora está liderando
el último intento de May por ganar una concesión significativa de la UE,
negociando cara a cara con los principales funcionarios del bloque en
Bruselas.
Si
Cox no logra llegar a un acuerdo la próxima semana, la primera ministra
se enfrentará a perder el poder sobre el brexit en una revuelta de los
miembros del Parlamento que quieren retrasar la división para evitar el
desastre económico de una salida sin acuerdo.
La cruzada de Cox
Cox
es considerado confiable por los partidarios del brexit porque ha
pasado sus siete meses en la cima del gobierno liderando la revuelta
contra el acuerdo de May dentro de su propio gabinete. Su dominio de los
pequeños detalles legales le hizo ganar admiradores en la mesa del
gabinete, y cuando llegó el momento de emitir su juicio legal oficial
sobre los términos de divorcio negociados por May, no midió sus
palabras.
Cox
dejó claro que el borrador del acuerdo para el brexit de May significa
que el Reino Unido no puede escapar del contencioso backstop para evitar
una frontera dura con Irlanda, lo que significa que Gran Bretaña
permanecerá atrapada dentro de las normas aduaneras de la UE
potencialmente para siempre.
En
opinión de dos altos funcionarios, Cox es influyente porque no está en
deuda con nadie. Su veredicto sobre cualquier acuerdo que firme May será
crucial porque es visto como un partidario del brexit independiente y
comprometido., afirman estas personas. Eso hace que la decisión de May
de darle a Cox el trabajo de negociar los detalles sea potencialmente
astuta. Si él respalda el compromiso, tiene la mejor oportunidad posible
de ganar también el apoyo del Parlamento.
Cox
está trabajando en lo que el equipo de May considera como las únicas
opciones viables para obtener un acuerdo: asegurar algún tipo de límite
de tiempo para el backstop, o una manera en que Gran Bretaña pueda salir
del acuerdo en el momento que elija.
No hay comentarios:
Publicar un comentario