MONTEVIDEO.- El canciller de México, Marcelo
Ebrard, dijo que su país no se suma al Grupo de Contacto
Internacional sobre Venezuela, integrado por una docena de naciones
europeas y latinoamericanas, porque "por mandato constitucional" no
puede apoyar "la injerencia política en otros países".
"Acompañamos lo que tiene que ver con que haya comunicación y diálogo
entre las partes y que haya una salida pacífica y democrática que
excluya el uso de la fuerza, pero no podemos participar en algo que
implique que nosotros determinemos el proceso político electoral",
sostuvo Ebrard en una rueda de prensa al finalizar la reunión del Grupo
de Contacto que se realizó en Montevideo.
Pese a no formar parte del Grupo, su participación en la
reunión de hoy en la Torre Ejecutiva de la capital uruguaya sirvió para
compartir con el resto de los representantes de los países europeos y
latinoamericanos presentes el Mecanismo de Montevideo, anunciado ayer
por los Gobiernos de Uruguay y México y por la Comunidad del Caribe
(Caricom).
Bolivia se sumó oficialmente al mecanismo
hoy, pero, de momento, el canciller mexicano explicó que no aceptarán
nuevos integrantes, aunque no descartan que esta sea una posibilidad
futura.
En este sentido, Ebrard agradeció que hayan
dejado que su país participe de la reunión del Grupo de Contacto y
destacó que fue "productiva, útil e interesante", ya que se compartieron
diferentes iniciativas pese a las posiciones políticas distantes.
Al encuentro de hoy, de rango ministerial, acudieron representantes de
la Unión Europea, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Portugal, España,
Suecia, Reino Unido, Bolivia, Costa Rica, Ecuador, México y Uruguay.
"Desde mi punto de vista, fue una reunión productiva, fue un buen
diálogo, una buena conversación, entendemos que la Unión Europea tiene
su posición", apostilló Ebrard.
A diferencia de lo
resuelto por el Grupo de Contacto Internacional, que busca "una
resolución pacífica, política, democrática y propiamente venezolana,
excluyendo el uso de la fuerza, a través de elecciones presidenciales
libres, transparentes y creíbles", el Mecanismo de Montevideo "no pone
ningún condicionamiento" para las partes involucradas.
El esquema, compuesto por cuatro etapas -Comunicación Inmediata,
Negociación, Compromisos y Implementación-, según Ebrard, comenzará a
funcionar la próxima semana con las personas que fueron invitadas a
unirse en representación de las naciones.
"Tiene que
haber comunicación entre las partes. Vamos a estar compartiendo
información a través de Uruguay, que está en el mecanismo de Montevideo y
también en el Grupo con la Unión Europea. Vamos a compartir información
y nosotros vamos a seguir adelante a partir de la semana entrante",
agregó el canciller mexicano.
La tensión se ha
incrementado en Venezuela desde que el pasado 23 de enero el jefe del
Parlamento venezolano, Juan Guaidó, se proclamara presidente interino de
su país al considerar gobernante ilegítimo a Nicolás Maduro, reelegido
en unos comicios presidenciales que la oposición tachó de
"fraudulentos".
Esta acción profundizó la crisis
política en el país debido a que, además, buena parte de la comunidad
internacional, como Estados Unidos y varios países europeos y
latinoamericanos, ha dado su respaldo a Guaidó y presiona para que se
convoquen elecciones.
Para Ebrard, en este momento es
necesaria la comunicación entre la oposición y el oficialismo en
Venezuela para tratar "los temas más urgentes", como por ejemplo la
situación humanitaria del país.
"Vamos a seguir otra
metodología (...) las conclusiones del mecanismo, cuando hablen los
venezolanos entre sí, si logramos que eso suceda, pueden ser cosas muy
diferentes, salidas políticas, salidas pacíficas, pero nosotros no lo
estamos determinando de antemano", concluyó.
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