MADRID.- Moody's descarta elevar la
calificación que concede a la deuda soberana de España si no ve un
sustancial recorte del déficit público, que este año rondará el 2,2 %
tras seis años de esfuerzo nulo, y un crecimiento económico "robusto y
sostenido" que también ve muy poco probable.
Así lo
ha detallado este miércoles la analista senior de Moody's para España,
Kathrin Muehlbronner, durante la conferencia anual de Moody's celebrada
en Madrid sobre tendencias crediticias en Europa, con la desaceleración
económica como telón de fondo.
La calificación de España (Baa1) tiene perspectiva
"estable" con aspectos positivos como su "sólido" crecimiento, "más alto
que en el resto de Europa y más equilibrado y sostenible" para quedar
en el 2,2 % este año y por debajo del 2 % en 2020; un aumento en la
inversión "muy importante"; una "tremenda" ganancia de productividad y
competitividad, y mejoras en el sector bancario.
Por
contra, cita como aspectos negativos la "complicada" situación política,
sin que se encuentren soluciones para el "problema" catalán, la
desaceleración económica prevista para toda Europa, y por encima de todo
"un progreso muy lento en términos de finanzas públicas".
Para elevar la calificación española, primero "tendríamos que ver un
mantenimiento del crecimiento estable y más robusto que en el resto de
la zona euro", pero "ése no es nuestro escenario central", ha apuntado
la analista, que considera que la subida del salario mínimo es "mala"
para la creación de empleo, en particular entre los jóvenes.
Por ello, Moody's tiene previsto "mirar muy de cerca" si ese incremento
se traslada a todos los salarios, porque ello sería "más negativo aún",
ya que dañaría la competitividad.
Además del
crecimiento, Muehlbronner ve imprescindible para elevar la nota de
España la mejora de las finanzas públicas, ya que tras los "importantes"
avances logrados entre 2010 y 2012 "desde entonces la reducción del
déficit ha sido sólo en términos estructurales, gracias a la coyuntura" y
los objetivos que se barajan ahora "no son creíbles".
"Si solo vemos la posición cíclica, España debería tener unas cuentas
en superávit (...), así que una condición necesaria para ver una presión
positiva en el rating sería una mejora significativa de las finanzas
públicas, pero ése no es el escenario base", ha afirmado la analista,
que vigilará muy de cerca la evolución del déficit del sistema de
pensiones.
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