viernes, 1 de febrero de 2019

Protestas por la visita de Salvini a la polémica línea de alta velocidad Turín-Lyon

ROMA.- Varias personas protestaron hoy y se enfrentaron a la policía en la localidad italiana de Chiomonte (norte) por la visita del ministro del Interior, Matteo Salvini, a las obras de la línea de alta velocidad ferroviaria (TAV), proyecto que deberá unir Turín (norte) con la ciudad francesa de Lyon (sur) y que causa polémica en Italia.

Las protestas de las organizaciones "No TAV" derivaron en momentos de tensión con la policía antidisturbios, que en algunos casos actuó con las porras, según medios locales.
Tras la visita a las instalaciones, Salvini declaró a la prensa: "Italia tiene que viajar más. Necesitamos que las obras vayan adelante", y que "si volver atrás" en el proyecto "cuesta lo mismo que ir hacia adelante", él apuesta por "ir hacia adelante".
La construcción de esta línea ferroviaria es un proyecto muy polémico en Italia, incluso dentro del propio Gobierno, que está muy dividido sobre este asunto.
Mientras los antisistema del Movimiento 5 Estrellas (M5S) se mantienen contrarios a una obra que han criticado siempre, sus socios de la ultraderechista Liga de Salvini son partidarios.
Consciente de que es una cuestión que levanta ampollas en el Ejecutivo italiano, Salvini aclaró que su visita "no es para crear polémica, sino para construir".
"El M5S tiene razón, el proyecto comenzó probablemente sobrestimado, pero hay 25 kilómetros ya excavados en la montaña: creo que es más útil completarlo que volver a llenar los agujeros", añadió el también vicepresidente italiano.
El líder ultraderechista abrió la puerta a la posibilidad de revisar las obras, una medida que "ya estaba en el contrato de Gobierno".
"La obra puede y debe ser revisada: puede costar menos y se pueden recortar algunos costes excesivos. Se pueden ahorrar al menos mil millones de euros para invertirlos en el metro de Turín o para apoyar a los municipios afectados por el proyecto", explicó.
El proyecto, sin embargo, no solo divide a las formaciones políticas, sino también a la sociedad civil, que desde hace años se ha agrupado en varias asociaciones.
Las organizaciones "No TAV" se han opuesto durante décadas a esta obra, llegando incluso a boicotearla, al considerarla inútil, cara y peligrosa para el medio ambiente y la salud de las poblaciones de los Alpes, pues temen la remoción de toneladas de uranio y amianto.
Por el contrario, los partidarios creen que completar la línea de tren facilitaría los intercambios comerciales con Europa, acarrearía beneficios económicos y supondría un menor tráfico de camiones y, por lo tanto, de contaminación y emisiones, entre otras razones.
La línea Turín-Lyon une Italia al Corredor Mediterráneo del oeste al este de Europa, unos 3.000 kilómetros de alta velocidad ideados para favorecer los intercambios económicos y reforzar la competitividad de los países del Mediterráneo.
El proyecto estratégico fue ideado en la década de 1990, pero a fecha de diciembre de 2018 solo se había excavado un total de 25 kilómetros, un 15 % del total.

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