WASHINGTON.- El presidente estadounidense, Donald
Trump, descartó hoy una posible reunión con su homólogo chino, Xi
Jinping, antes del próximo 1 de marzo, teórica fecha límite de las
negociaciones entre EEUU y China sobre comercio.
"No", respondió Trump al ser preguntado por periodistas en la Casa Blanca si se iba a encontrar con Xi antes del fin del plazo.
Sin embargo, Trump dejó la puerta abierta a reunirse con
Xi en las semanas posteriores a esa fecha, anunciada el 1 de diciembre
durante la cumbre del G20 en Buenos Aires.
En su
discurso del Estado de la Unión este martes, Trump dijo que está
trabajando con Xi en un nuevo acuerdo comercial que "debe incluir un
cambio real y estructural para poner fin a las prácticas comerciales
desleales, reducir el déficit comercial crónico y proteger los empleos".
Entretanto, Trump presumió de estar recibiendo "miles de millones de
dólares al mes de un país, China", gracias a la imposición de aranceles a
sus productos por valor de 250.000 millones de dólares, después de que
este Estado nunca les diera antes "ni un centavo".
El
asesor económico de Trump, Larry Kudlow, apuntó hoy que en estos
momentos existe una distancia "bastante considerable" entre ambos países
para lograr un pacto comercial.
"El presidente ha
indicado que es optimista con respecto a un posible acuerdo comercial,
pero tenemos una distancia bastante considerable para llegar ahí",
comentó Kudlow a la cadena de televisión Fox Business.
En diciembre, Trump accedió a suspender durante 90 días, hasta el 1 de
marzo, su plan de subir al 25 % los aranceles estadounidenses a cientos
de productos chinos.
La duda ahora reside en si este plazo se ampliará y si se mantendrán los aranceles en la tasa actual del 10 %.
De acuerdo a la televisión CNBC, que citó a funcionarios de la
Administración de Trump, el Gobierno estadounidense no subirá los
gravámenes a Pekín a partir del 1 de marzo, a pesar de que no se haya
cerrado un acuerdo para terminar con la guerra comercial.
En total, Washington ha impuesto aranceles a productos chinos por valor
de 250.000 millones de dólares desde julio, y Trump había amenazado con
sancionar bienes por otros 267.000 millones de dólares, lo que
superaría con creces el volumen de importaciones de China a EEUU, que en
2017 se situó en 506.000 millones de dólares.
China
ha aplicado como represalia medidas recíprocas por más de 60.000
millones de dólares a importaciones estadounidenses, casi la mitad de
los 130.000 millones que compró en 2017.
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