SANTIAGO.- El
desierto más seco del mundo está inundado y algunos de los bosques más
húmedos del planeta se están quemando. Bienvenidos al verano en Chile.
Las
precipitaciones en las montañas de los Andes han provocado que
torrentes de agua fluyan hacia el desierto de Atacama, arrasando con
casas y caminos. Mientras tanto, en el sur, las altas temperaturas han
avivado los incendios forestales, lo que ha llevado al gobierno a
declarar un estado de catástrofe en algunas regiones.
Los
desastres son parte de un patrón climático cada vez más extremo en el
país que se extiende por 4.270 kilómetros a lo largo de la costa
sudoeste de Sudamérica. La capital, Santiago, no ha recibido el promedio
anual de precipitaciones en una década, mientras que las temperaturas
en la ciudad superaron el récord anterior en un grado centígrado el mes
pasado. Es la tercera vez en tres años que la ciudad ha establecido un
nuevo récord.
"Chile
debe pensar en cómo adaptarse al cambio climático, ya que tiene un
clima tan aislado que lo hace más vulnerable a las sequías", señaló Park
Williams, hidroclimatólogo de la Universidad de Columbia. "Durante las
últimas décadas, las temperaturas han aumentado y las precipitaciones
han disminuido en la zona central de Chile, por lo que el país está más
susceptible a los incendios forestales", comentó.
En
el sur, más de 600 incendios forestales se están propagando a través de
9.500 hectáreas de tierra, lo que representa un aumento en las zonas
calcinadas respecto al año anterior. El problema se agrava ante las
densas plantaciones de pino y eucalipto para la industria forestal.
En
el norte, tres personas murieron debido a las lluvias y 37.000
habitantes de la ciudad de Calama estuvieron sin agua potable durante
cuatro días. Más de cien casas sufrieron daños importantes en el cercano
centro turístico de San Pedro de Atacama.
Los
aluviones también han afectado a la cuprífera estatal Codelco y a
Freeport McMoran, que operan minas cerca de Calama. Después de regresar
de un viaje para constatar los daños provocados por los incendios en el
sur, el presidente Sebastian Piñera viajará al norte para conocer de
cerca la situación de las inundaciones. Se espera que las fuertes
tormentas intensas a moderadas se mantengan hasta el 10 de febrero,
según el servicio meteorológico de Chile, Meteochile.
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