domingo, 31 de marzo de 2019

La Oposición turca habría ganado Ankara, un revés grande para Erdogan

ANKARA.- El principal partido opositor de Turquía parecía encaminado a tomar el control de Ankara en las elecciones locales del domingo, venciendo al Partido AK del presidente Tayyip Erdogan en la capital por primera vez desde que él llegó al poder hace 16 años. 

Con casi el 90 por ciento de los votos escrutados, el candidato a alcalde de la oposición laica, el Partido Popular Republicano (CHP), Mansur Yavas, había conseguido 50,3 por ciento - obteniendo una ventaja de 2,8 puntos porcentuales sobre su rival del AK.
Aparte, la diferencia a favor del Partido AK en Estambul, la mayor ciudad turca, se reducía a un margen de 0,2 puntos porcentuales.
Una derrota en Ankara sería un revés grande para Erdogan, quien llevó adelante una intensa campaña de dos meses antes de los comicios que describió como una “cuestión de supervivencia” para Turquía.
“Tenemos que aceptar el hecho de que hemos ganado y perdido algunas ciudades, esto es necesario en las democracias”, dijo Erdogan en Estambul, prometiendo que Turquía ahora se enfocará en su atribulada economía antes de las elecciones nacionales de 2023.
“Tenemos un período largo por delante en el que realizaremos reformas económicas sin comprometer las reglas de la economía de libre mercado”, dijo a los periodistas.
Erdogan ha dominado la política turca durante más de 16 años gracias en parte a un fuerte crecimiento económico y el apoyo de un electorado de turcos musulmanes devotos y conservadores.
El líder se ha convertido en el político más popular, aunque también más divisivo, del país en la historia moderna, tras reforzar su control del poder en las elecciones del año pasado que dieron inicio a una nueva presidencia ejecutiva, aprobada en un disputado referendo en 2017.
Sin embargo, una crisis cambiaria después de las elecciones del año pasado provocó una pérdida de un 30 por ciento en el valor de la lira turca y empujó a la economía hacia la recesión.
Con una inflación cercana al 20 por ciento y el desempleo en alza, algunos votantes se mostraban dispuestos a castigar al presidente.
“En realidad no iba a votar hoy, pero cuando vi cuánto estaba flojeando (el AK), pensé que este podría ser el momento de darles un golpe. Todos están descontentos. Todos están luchando”, dijo Hakan, de 47 años de edad, después de votar en Ankara.
Mientras las autoridades se apresuraban nuevamente a apuntalar la lira la última semana, Erdogan planteó los problemas económicos del país como resultado de los ataques de Occidente, diciendo que Turquía superaría sus problemas después de la votación del domingo y agregando que era “el jefe” de la economía.

La oposición turca disponía el domingo de una corta ventaja en la capital, Ankara, mientras el partido del presidente Recep Tayyip Erdogan lideraba en Estambul, en elecciones municipales consideradas una prueba para el gobierno en plena tormenta por la inflación y desempleo.
Según la agencia estatal de noticias Anadolu, el candidato común de los partidos de oposición CHP (socialdemócrata) e Iyi (derecha), Mansur Yavas, lideraba el escrutinio en Ankara con 50,6% de los votos contra 47,2% para el candidato del oficialista AKP, luego de escrutados el 92% de las urnas.
Una derrota en Ankara, la capital política del país donde se hizo construir un gigantesco palacio presidencial, representaría un revés sin precedentes para Erdogan, quien ha ganado todas las elecciones desde que su partido, el AKP, llegó al poder en 2002.
En Estambul el candidato de Erdogan, el ex primer ministro Binali Yildirim, quien reivindicó la noche del domingo la victoria, aventajaba por un magro 0,06% a su rival, escrutados el 98% de centros de voto .
Según Anadolu, Yildirim obtenía 48,71% contra 48,65% de su principal oponente, Ekrem Imamoglu, quien desafió las cifras de Anadolu en la noche y dijo que él lleva la ventaja.
Los turcos votaron para elegir a sus alcaldes, concejales municipales y jefes de barrio ("muhtar") y el partido gobernante ha hegemonizado las votaciones en Ankara y Estambul desde hace un cuarto de siglo.
A los 65 años, Erdogan no escatimó esfuerzos para tratar de convencer al electorado de votar por su partido, celebrando 102 reuniones en 50 días.
Este empeño es porque una derrota "derribaría el mito de invencibilidad" del que goza, señala Emre Erdogan, profesor en la universidad Bilgi de Estambul.
Erdogan afirmó que "la supervivencia de la nación" está en juego y pidió "enterrar en las urnas" a los enemigos del país. Pero la oposición pidió aprovechar estas últimas elecciones hasta 2023 para sancionar la política económica del poder.
Los ojos también están puestos en los resultados finales en los 30 municipios metropolitanos que constituyen el pulmón económico del país, con varias ajustadas batallas, como en Bursa (noroeste) y Antalya (sur).
Para evitar una derrota humillante en Estambul, su ciudad natal y de la que fue alcalde entre 1994 y 1998, Erdogan envió al ex primer ministro Binali Yildirim.
En Ankara, a donde envió a un exministro, la situación parece más complicada pues los sondeos conceden una clara ventaja al candidato de la oposición, Mansur Yavas.
Consciente de que la inflación de alrededor del 20% golpeó duramente a los turcos, Erdogan pidió a las alcaldías de Estambul y Ankara que abran sus propios puestos de frutas y verduras con grandes descuentos.
Pero en lugar de centrarse en las dificultades económicas, que achaca a una "operación de Occidente", hizo campaña sobre todo en el terreno de la seguridad, con la mira puesta en la amenaza terrorista y las potencias hostiles.
El domingo se enfrentaron dos coaliciones: por un lado el AKP de Erdogan y sus aliados ultranacionalistas del MHP; y, por otro, los socialdemócratas del CHP y el partido de derecha Iyi.
Estos últimos cuentan con el apoyo de los prokurdos del HDP, que no presentaron candidatos en Estambul ni a Ankara para evitar una dispersión de los votos anti-Erdogan.
Mine Ince, partidaria del presidente interrogada en un reciente mitin en Estambul, dice que de ninguna manera votará contra Erdogan a pesar de las decepciones económicas: "Siempre estaremos detrás de él", afirmó.
La campaña para estos comicios, los octavos de un agotador ciclo electoral que comenzó en 2014, volvió a estar marcada por la brutalidad de los discursos. Erdogan, por ejemplo, acusó a sus opositores de estar vinculados con el "terrorismo".
También se dio una falta de equilibrio: las televisiones retransmitieron integralmente las intervenciones diarias de Erdogan, pero concedieron poco espacio a la oposición.
En diferentes colegios electorales del país se produjeron incidentes. Dos personas murieron por disparos en Malatya (este), según las autoridades que agregaron que cuatro personas fueron detenidas.

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